Castro dulcificará su postura sobre la "perestroika"
El presidente cubano, Fidel Castro, está dispuesto a adoptar una posición más flexible con la perestroika de lo que ha sostenido en los últimos meses, según fuentes oficiosas cubanas. Las autoridades de la isla, preocupadas por los efectos sobre la población de la visita que mañana inicia el líder soviético, Mijail Corbachov, quieren mantener el viaje en el tono más bajo posible. Fidel Castro no ha vuelto a hablar de la perestroika desde que en diciembre pasado atacó el fondo y la forma del proceso de reestructuración emprendido en la URSS. El silencio obedece, según fuentes de la isla, a que el máximo dirigente cubano ha reflexionado y ha elegido una vía de entendimiento con el Kremlin.Las fuentes citadas creen incluso que Castro ofrecerá a Gorbachov una miniperestroika en Cuba si se mantiene o aumenta el nivel de la asistencia económica, cosa que Moscú ya ha prometido.
Los máximos dirigentes cubano y soviético deben discutir en las conversaciones que inician mañana el marco de cooperación económica para el próximo quinquenio, que comienza el próximo año.
"El proceso de rectificación" -el proyecto de ordenamiento económico puesto en marcha por el Gobierno cubano en 1986- "ya está obsoleto", aseguran medios informados de la isla caribeña, según sus cuales la propaganda oficial ha reducido notablemente su énfasis en las ideas defendidas hasta ahora.
Fidel Castro mantiene, sin embargo, firmes posiciones de principio en cuanto a la introducción de métodos de explotación capitalista en la agricultura, experimento tímidamente realizado a principios de esta década y que concluyó negativamente, según la opinión del Gobierno.
Nostalgia de la apertura
La población cubana recuerda, no obstante, con nostalgia los años de apertura económica en los que si se necesitaba un kilo de patatas se podía acudir a comprarlo directamente al campesino que las cultivaba, aunque hubiese que pagarlas más caras que en el mercado oficial.Fuentes soviéticas en La Habana han informado que Gorbachov no va a amenazar a Castro con ningún recorte del presupuesto de ayuda, pero nadie cree aquí que no vaya a condicionar ese apoyo a la aplicación de un sistema económico más eficaz.
"A nadie le gusta ver cómo su dinero se desperdicia", opina una fuente diplomática, creyendo recoger el espíritu de la parte soviética.
Mijail Gorbachov llegará acompañado de una nutrida delegación, que incluye al ministro de Relaciones Exteriores, Edvard Shevardnadze, y una buena cantidad de directores de área y asesores. Esto parece indicar que serán abordados muchos temas pendientes de cooperación en todos los terrenos.
Pero lo esencial de la visita serán los encuentros privados entre Castro y Gorbachov. Todo depende de eso, del grado de acercamiento personal que logren.
Hasta el programa previsto, carente de todo contacto del líder soviético con la calle, puede variar en función del calor que alcancen las conversaciones privadas.
Hasta el momento el único acto público previsto en el programa es un discurso de Gorbachov en la Asamblea Nacional cubana, en el cual el líder soviético hará probablemente una exposición de su política para América Latina y Centroamérica.
Además, están programados recorridos por centros de producción, y sobre todo reuniones con Castro. No hay convocada, por el momento, ninguna conferencia de prensa de los dos presidentes.
Raisa y Vilma
"Gorbachov no quiere perder el tiempo con el protocolo", afirma una fuente oficial cubana. Su esposa, Raisa Gorbachova, no tendrá, por su parte, aquí muchas cosas en las que perder el tiempo.En La Habana no podrá comprar más moda que la que en pequeñas cantidades se vende en las tiendas para extranjeros, las diplotiendas. Su anfitriona en la visita será probablemente Vilma Espín, la esposa del número dos del régimen, Raúl Castro.
La ciudad de La Habana se encuentra ya engalanada para la visita, pero sin gran profusión de banderas ni carteles.
Algunos letreros recuerdan la amistad cubano-soviética, pero la radio sólo menciona de tarde en tarde la convocatoria para que mañana domingo, y por tanto, no laborable, los habaneros acudan a recibir a Gorbachov.
Todos los autobuses de la ciudad serán puestos a disposición del acontecimiento.
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