Vertidos municipales

Con esta carta, que espero publique en su periódico, quiero hacer uso de mi derecho de réplica y dejar clara mi postura en relación con los vertidos en nuestro Ayuntamiento, de los que se trata en noticia publicada en el mismo el día 3 de marzo, en la página 20.Mucho me temo que no haya en ella precisión en el entrecomillado, puesto que los datos ecológicos que se ponen, motu proprio, no son sino más palabras y el primer entrecomillado, en el que se me cita, una libre interpretación.

Al citarme como "joven de Orbaneja" no se da autoridad científica alguna a mis declaraciones, cuando en realidad fui yo mismo quien suministró a la periodista todos los datos ecológicos.

Este joven de 35 años, que lleva 15 como maestro de escuela y más de 20 como estudiante de temas relacionados con la ecología, y que puede demostrarlo con diversas publicaciones, colaboraciones y premios, en ningún momento pretende reducir la cuestión a la simpleza de las palabras que se me imputan.

Éste no es un asunto de lobos vascos y corderos burgaleses. Hay responsables, cuando menos políticos, que son de aquí mismo (hemos solicitado la dimisión del alcalde por su total falta de control sobre la actividad); vascos son el domicilio de la empresa y gran parte de los desechos, pero también muchos de los directamente perjudicados y de los que han firmado contra la actividad y exigiendo responsabilidades.

El problema del medio ambiente, desde mi punto de vista el más grave a que se enfrenta la humanidad, debe ser siempre considerado holísticamente.

Cuando decidí que mi objetivo primordial como ser humano debía ser la lucha por la conservación de la naturaleza, no pensaba en mi pequeño pueblo, sino en el planeta Tierra, tan degradado por el homo sapiens.

Esta postura ha hecho que recibiésemos amenazas por parte de los contaminadores. Soy pacifista y tengo una única defensa: la palabra.-