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Las administraciones vascas captan 400.000 millones de pesetas en emisiones de pagarés para 'dinero negro'

Las emisiones de pagarés de las diputaciones forales vascas alcanzan ya los,400.000 millones de pesetas después de cubierta con éxito una parte de la última emisión abierta de Vizcaya (150.000 millones hasta ahora) y de iniciarse, esta misma semana, dos emisiones de 30.000 millones en Álava y Guipúzcoa. Las Administraciones vascas han instrumentado estos mecanismos para captar importantes partidas de dinero negro que emplean para pagar su aportación al Estado y reducir su déficit presupuestario. Desde la aparición de estos pagarés en 1986, la Audiencia Territorial de Bilbao ha desestimado varios recursos contra restos activos presentados por la Hacienda del Estado.La última emisión de pagarés de la Diputación Foral de Vizacaya, que se inició a mediados de diciembre y tiene una carácter abierto, ha supuesto hasta este momento 150.000 millones de pesetas. Estos pagarés, no sujetos a ningún tipo de retención fiscal, tienen un interés del 7% -dos puntos por encima de los pagarés del Tesoro- y se materializan en anotaciones en cuenta en la Hacienda Foral de Vizcaya según un decreto de este estamento que regula la circulación de estos activos. El mismo decreto garantiza la opacidad, es decir el carácter de dinero negro de los fondos que ponen en circulación tales emisiones, puesto que no están sometidos a retención a cuenta de los impuesto de renta y sociedades ni están sujetos a la obligación de informar los intermediarios -bancos, cajas, fedatarios públicos, mediadoras, etcétera- que participan en su colocación entre los sucriptores.

En esta emisión de la Diputación Foral de Vizcaya, los bancos depositarios que han tomado importantes partidas de pagarés debían retribuyenr los fondos al 11 % al finalizar el período de un año establecido. Por este mecanismo, la Diputación Foral consigue un diferencial de cuatro puntos entre el 7% y el 11 % en el momento del vencimiento -transcurridos 365 días- aparte de otros ingresos financieros que puedan obtenerse en colocaciones a otros intermediarios financieros desde la propia ventanilla del organismo emisor. Las condiciones, señaladas en el decreto mencionado, indican que la Diputación Foral puede disponer del 307. de los fondos en poder de los bancos y cajas depositarios, en cualquier momento y mientras existan saldos vivos de las emisiones de pagarés.

Desde: junio de 1986 hasta finalizar 1988, las diputaciones forales vascas han emitido pagarés por valor de 160.000 millones de pesetas. Esta misma semana, Álava y Guipúzcoa han puesto en circulación nuevas emisiones limitadas de 30.000 millones de pesetas cada una. Sí a estas cifras se le añaden los 150.000 millones ya emitidos de la última emisión abierta de Vizcaya, hasta la fecha las diputaciones forales han puesto en circulación una cifra de dinero negro que se acerca a los 400.000 millones de pesetas.

Necesidades de tesorería

Las cantidades dispuestas por efecto de las emisiones, tanto en el caso de Vizcaya como en el de las diputaciones de Álava y Guipúzcoa, sirven para hacer frente a las necesidades de tesorería en general y sobre todo a los pagos al Estado por la aplicación del concierto en el que se basa la financiación de la autonomía vasca. Para los responsables financieros de las diputaciones vascas, "el fundamento de estas emisiones de pagarés está en la autonomía económica y fiscal de las propias diputaciones que actúan como instancias soberanas en la distribición del gasto pero soportan el desgaste político que supone la recaudación fiscal". Según estos mismos responsables "se trata de conseguir que el dinero de los contribuyentes vascos se quede en los territorios históricos, en la medida en que éstos tienen plena autonomía fiscal". Les pagarés vascos, como réplica a los pagarés del Estado, están concebidos para financiar el déficit de las haciendas de las diputaciones y la opacidad fiscal de esto; activos sólo beneficia a los residentes vascos que en el mornento de presentar su declaración de la renta puedan acogerse al concierto económico de esta autonomía.

Los bancos y cajas depositarios que se han hecho con importantes partidas de estos pagarés los colocan entre suscriptores del reste del Estado. Pasado el periodo de un año, las entidades deben retribuir los fondos al 11% pero antes de alcanzar el venc¡miento pueden obtener rentabilidades entre el 12% y el 14%, en el iriterbancario. Los pagaré, no son líquidos porque tienen ur vencimiento fijo y en consecuencia no tienen un mercado secundario de recompra.

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