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UN PAÍS EN CRISIS/1

Negociación con el FMI

Ángeles Espinosa

La gravedad de la crisis egipcia obligó al Gobierno a negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un extenso programa de reformas económicas a cambio de la reestructuración de una parte de la deuda y de la concesión de un crédito. Aunque el compromiso alcanzado en mayo de 1987 sólo ha sido aplicado hasta la fecha de forma parcial, los primeros resultados fueron casi inmediatos. La unificación de los tipos de cambio, con la creación de un mercado libre de divisas, acabó, por ejemplo, con una figura casi institucional del paisaje urbano cairota: los cambistas de la céntrica plaza de Tahrir, que sacaban grandes fajos de libras egipcias del calcetín y facilitaban un cambio más que favorable al turista despierto. La oferta de estos improvisados banqueros llegaba a superar por más de¡ doble al cambio oficial. La importancia del asunto no era anecdótica. El flujo de divisas que desde la aplicación de dicha reforma ha acudido al sistema bancario alcanza los 30 millones de dólares diarios. Sólo el Banco Central mantiene en la actualidad un tipo de cambio diferente para preservar las operaciones de importación de alimentos estratégicos.

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Un paso atrás

El camino, en todo caso, no resulta fácil, y hace unos meses el FMI suspendió su ayuda ante el incumplimiento de algunos de los puntos acordados. El Gobierno de El Cairo ha reemprendido el diálogo con la mención expresa de su buena voluntad, pero el coste sociopolítico de alguna de las medidas, como la retirada de subvenciones a los alimentos básicos, le fuerzan a dar largas a las autoridades económicas internacionales y a caminar con la cautela del dos pasos adelante y uno atrás. "Están en la cuerda floja", explica un joven diplomático comunitario, quien, requerido para precisar cómo se las arreglan para, a pesar de todo, mantener su credibilidad internacional, son-ríe y añade: "Son buenos equilibristas".No se trata sólo de una cuestión de equilibrio. La seriedad de Egipto en el cumplimiento de sus compromisos financieros actúa también como una carta de garantía para encarar nuevos riesgos. Las autoridades de¡ país de¡ Nilo nunca han sobbitado la condonación de la deuda y hacen verdaderos esfuerzos para cubrir sus obligaciones anuales de pago del servicio de ésta. La refinanciación de la deuda que mantiene con España ha permitido que se reabrieran las operaciones de crédito.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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