El director general del FMI, Michel Camdesus, apoya un cambio de estrategia, pero no comenta la propuesta venezolana

El director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdesus, se mostró ayer favorable a un cambio de estrategia en el tratamiento del problema de la deuda externa de los países en vías de desarrollo, aunque no quiso responder "por el momento" a la propuesta concreta realizada por Carlos Andrés Pérez, de crear una agencia multilateral que compre a la banca comercial el endeudamiento de estos países.Camdesus elogió los planteamientos del presidente electo de Venezuela y afirmó que "su idea de dar una nueva salida al problema poniendo en marcha fuertes programas económicos y apoyándolos con nueva financiación parece correcta".

Respecto a la convocatoria de una conferencia internacional sobre deuda externa, a la que también hizo alusión el presidente de Venezuela, explicó que "aunque reconocemos que el problema es político no es bueno politizar las soluciones. La idea se puede encontrar con dificultades con los grandes países industrializados que tienen sus propios sistemas y foros de decisión".

El director general del Fondo Monetario Internacional añadió que todavía es pronto para hablar de la propuesta concreta de Carlos Andrés Pérez. "Acabo de escuchar los planteamientos del presidente de Venezuela", dijo, "y necesito comentarlos con mis colegas del Fondo. Por lo tanto, sería prematuro hacer comentarios al respecto. Estoy impresionado de todas formas por la firmeza que muestra el presidente Pérez para atajar los problemas de Venezuela en su nuevo mandato".

El máximo dirigente del Fondo Monetario Internacional se mostró optimista respecto al futuro de los países en vías de desarrollo. "Si se cumplen una serie de requisitos", dijo, "habrá luz al final del túnel".

Continuar esfuerzos

Las estrategias propuestas por Michel Camdesus se resumen en continuar los esfuerzos por reducir los déficits en Estados Unidos, lograr efecto compensatorio del crecimiento económico de todo el mundo, consolidar los esfuerzos de coordinación económica entre los países industrializados, abrir los mercados a los países en vías de desarrollo, apoyar el comercio multilateral, y una política decidida por parte de todos los protagonistas del problema de la deuda externa -gobiernos deudores, gobiernos acreedores, instituciones internacionales y bancos comerciales-, "para llevar a cabo políticas económicas correctas, que corrijan los desequilibrios y desajustes estructurales y aseguren una financiación adecuada. Cada uno tiene que asumir su parte de responsabilidad".

A lo largo de su intervención el director general del Fondo Monetario Internacional reconoció que "nadie está satisfecho de la situación presente, porque los resultados no son buenos. Todos estamos frustrados, pero hay que encontrar ese nuevo sistema para solucionar estos desequilibrios".