González toma en sus manos la búsqueda de una solución a la crisis creada por la huelga

El presidente del Gobierno ha tomado en sus manos el intento de dar una salida a la situación creada por los paros y manifestaciones de esta semana, según informó un alto cargo de la Moncloa después de la reunión del Consejo de Ministros, que estuvo dedicada ayer al análisis de las consecuencias políticas de estos hechos. Felipe González presidirá el lunes próximo una reunión de la ejecutiva del PSOE y el miércoles acudirá probablemente al Congreso de los Diputados, donde informará en nombre del Gobierno, lo cual dará oportunidad a que la oposición fije su postura.

En medio de rumores crecientes sobre anticipación de elecciones, círculos políticos aseguraban anoche que el Consejo de Ministros no tomó una postura concreta, sino que analizó diversas hipótesis, todas ellas condicionadas a lo que ocurra de aquí al día 22, día en que están citados a la Moncloa los líderes sindicales y el presidente de la CEOE.Tras el primer cruce de cartas entre Felipe González, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, el presidente del Gobierno recibió una segunda carta de Nicolás Redondo, a últimas horas del jueves, en la que reiteraba la necesidad de que el presidente convoque a los sindicatos y le indicaba que cuando había citado también a la CEOE probablemente no conocía la propuesta sindical, que consiste en celebrar una reunión entre UGT, CC OO y el Gobierno, sin presencia de otras organizaciones.

El Gobierno está interesado en iniciar una "negociación seria" con los sindicatos, pero considera que la insistencia de éstas en plantear "condiciones previas" es una grave dificultad para conseguir ese objetivo, según las fuentes de Moncloa.

Se atribuye a Felipe González, en persona, la redacción del comunicado difundido el jueves por el Ministerio del Portavoz del Gobierno, asumiendo el golpe político recibido por el Ejecutivo. El presidente está decidido a que los sindicatos se sienten a negociar, y para ello no se descartan fórmulas mixtas, por ejemplo aceptar una primera reunión por separado con el compromiso de reunirse después conjuntamente el Gobierno, los empresarios y los sindicatos.

Lo que no tendría presentación alguna ante el pueblo español -afirman fuentes de la Moncloa- es que los sindicatos pusieran ahora dificultades de procedimiento a la negociación, hasta el punto de que ésta fuera poco menos que imposible, porque según los primeros sondeos la mayoría de la población quiere que sindicatos y Gobierno se sienten a hablar.

El pesimismo, no obstante, estaba ayer muy extendido entre altos cargos de la Administración, parlamentarios y dirigentes socialistas, al encontrarse con el hecho de que las centrales no acceden a emprender un diálogo si no se aceptan de entrada sus cinco condiciones.

Ese pesimismo, fruto de la actitud de los líderes sindicales, era tal que altos cargos de la Administración y dirigentes del PSOE barajan de nuevo la hipótesis de las elecciones anticipadas, como única salida en caso de bloqueo de las posibilidades de negociación.

Mientras tanto, parlamentarios y dirigentes del PSOE reflexionan sobre la idoneidad de la campaña realizada para intentar la desactivación de la huelga. Todo ellos reconocen que sus esfuerzos han sido baldíos, a pesar de que pusieron "toda la carne en el asador. Puede afirmarse que el éxito del paro les ha sorprendido, si se tiene en cuenta que 48 horas antes se felicitaron por el trabajo realizado en contra del mismo.

Entre los parlamentarios se observa el deseo de que el Gobierno realice de inmediato, al margen de la negociación con los sindicatos, "algunos gestos" importantes para la ciudadanía. La destitución de Pilar Miró es el primero que se menciona, así como una llamada a la austeridad entre los cargos públicos. Un dirigente sugirió "que se pida el carné del partido a Miguel Boyer".