La película cubana 'Plaf' recibió una entusiasta acogida la noche de su presentación
El filme cubano Plaf, que obtuvo hace una semana un premio especial en el festival de Huelva, recibió una acogida entusiasta la noche de su presentación en la sala Chaplin de La Habana. La película, dirigida por Juan Carlos Tabio, llegó precedida de fama y había despertado mucha expectación. No sólo no defraudó, sino que fue jaleada alborozadamente durante toda su proyección. La actriz Daysi Granados logra en este filme una creación memorable.
La participación cubana en el festival habanero tiene este año el doble aliciente de que en ella se encuentran películas de los dos cineastas más relevantes del cine de la isla: el veterano, ya un clásico del cine moderno, Tomás Gutiérrez Alea (que aporta su reciente Cartas del parque, ya ofrecida por Televisión Española) y el joven Juan Carlos Tabio, considerado como uno de los maestros de la nueva generación salida del semillero del Instituto del Cine Cubano. Se trata de dos cineastas de características, en lo relativo a estilo, diferentes, pero con significación parecida en cuanto a su peso en el panorama global del cine de Cuba, pues desde el dominio de su oficio y desde el talento cinematográfico innegable, ambos son creadores muy originales e incómodos, pues no se dejan encasillar en ninguna tendencia.Plaf es la segunda película de largo metraje dirigida por Juan Carlos Tabio. Su primera obra, titulada Se permuta, realizada hace un lustro, es una comedia de características un tanto singulares que no se deja atrapar por ningún esquema preestablecido; hay quien cree aquí que es esta singularidad del estilo de Tabio lo que: le ha impedido realizar antes su segundo largometraje: este Plaf, que con mayor maestría en oficio y una ya evidente madurez pone de manifiesto la explosiva capacidad crítica de su visión de las cosas.
Estamos ante una comedia de aspecto desenfadado que, por debajo de sus hilarantes gags introduce en la trastienda del filme auténticas cargas de profundidad, que hay que situar en primera línea del actual movimiento del cine mundial en su recuperación de la comedia, uno de los. filones externos inagotables del cine.
Vida cotidiana
La película, situada, a juicio de un crítico cubano, "en el límite de lo admisible", refleja con ritmo endiablado la vida cotidiana en una barriada habanera, y lo hace con tanta fidelidad y tanto amor a sus personajes, con tanta veracidad en la composición de éstos, que todo en ella, incluso lo inverosímil, parece creíble, de ahí su ácido crítico, su capacidad para rozar los techos de lo admisible a que se refería el citado crítico.Hay un intenso conocimiento por parte de Tabio de los personajes que compone. La interpretación de conjunto es perfecta, lo que es indicio seguro de una gran capacidad de este cineasta para dirigir unitariamente a los actores (que es donde la comedia requiere mayor afinamiento) y extraer de ellos lo mejor de sí mismo. En especial la actriz Daysi Granados logra una composición magistral, una mezcla de mesura y exceso tan equilibrada que es difícilmente superable.
Este sorprendente filme, de factura muy libre y moderna, puede pasearse con toda facilidad por las pantallas del mundo y situar a su director, a su guionista (Daniel Chavarria) y a otra de sus actrices (Thais Valdés, muy joven y extraordinariamente dotada tanto en belleza como en expresividad) en primera línea de las búsquedas del cine mundial.
El cine cubano ha encontrado en el equipo autor de esta (aparentemente ligera, pero con dinamita estética dentro) película una de sus credenciales de paso al futuro, un pasaporte que le pone en el camino de lo más original y más vivo que hoy se hace en el cine de todas partes.
Babelia
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