252 científicos reclaman al Gobierno que continúe la cooperación entre España y EE UU

Un total de 252 científicos que participan o han participado en programas de investigación conjuntos hispano-norteamericanos, dentro del convenio de cooperación científica y técnica suscrito, en 1982 por España y EE UU, han firmado una carta dirigida al Ministro de Educación y Ciencia, Javier Solana, en la que muestran su preocupación por la posible desaparición de este programa hispano-norteamericano. De aquí a finales de 1989 está previsto que finalicen unos 300 proyectos conjuntos, mientras que 124 lo han hecho ya.

En la actualidad, y tras la reciente firma del nuevo convenio entre España y Estados Unidos, que afecta a las bases militares, se estudia la posibilidad de alcanzar un nuevo acuerdo de cooperación cultural, pero en él no se contemplaría la financiación por parte de EE UU de proyectos conjuntos de carácter científico y tecnológico.Todavía no se ha superado el período de contactos indirectos con la embajada de Estados Unidos, aunque se espera fijar en breve plazo una fecha para que las delegaciones de ambos países se reunan en torno a una mesa de negociaciones y traten de llegar a un acuerdo marco.

Las mayores dificultades para alcanzar un acuerdo, según fuentes del ministerio de Exteriores, siguen siendo los derechos de patentes. Hasta ahora los norteamericanos aportaban alrededor de 1.000 millones de pesetas anuales en concepto de ayuda a los programas conjuntos, pero con el nuevo modelo de convenio finaliza también su compromiso para otorgar este tipo de ayudas.

Fuentes de la Secretaría de Cooperación Técnica Internacional del ministerio de Asuntos Exteriores han señalado a este periódico que la relación científica España-EE UU, abierta a través del convenio de 1982, sobrevive de la inercia del pasado, aunque todavía hay esperanzas en el futuro. Las mismas fuentes han manifestado que se está estudiando la posibilidad de crear una fundación o una sociedad estatal que se haga cargo de este tipo de colaboración científica aunque la solución no es fácil: ya que Hacienda se tendría que hacer cargo de esos 1.000 millones que aportaban los norteamericanos.

Desaparición de la secretaría

En la carta dirigida al ministro de Educación, Javier Solana, los investigadores valoran muy positivamente, las relaciones científicas habidas hasta ahora i con Estados Unidos, que han o permitido a numerosos investigadores españoles estar en contacto con centros de investigación y laboratorios estadounidenses de prestigio. Los firmantes de la carta, entre los que se encuentran prestigiosos científicos, como: Antonio García-Bellido, Alberto Sols, Santiago Grisolía, Francisco Grande Covián o Gabriel Ferraté, creen que los intercambios y las actividades patrocinadas por el comité conjunto hispano-norteamericano de ciencia y tecnología deben proseguir. Se lamentan también que pueda desaparecer la secretaría ejecutiva de este comité, por la experiencia técnica y humana que ha acumulado durante estos años.Fuentes de esta secretaría dijeron ayer que pensaban enviar de inmediato las cartas recibidas al Secretario de Estado de Universidades e Investigación, Juan M. Rojo, para que éste haga de intermediario y se las envíe al ministro.

Varios científicos afectados, consultados por este periódico, consideran fundamental que siga existiendo este tipo de colaboración científica con Estados Unidos. Los proyectos que se han desarrollado hasta ahora han tenido relación sobre todo con las áreas de sanidad, agricultura, biología, química, ingeniería, oceanografía y geología.

Se da la paradoja de que el actual director general de Investigación Científica y Técnic, , Pedro Ripoll, -según fuentes del Centro de Biología Molecular- estuvo en Denver con una ayuda otorgada por este comité conjunto.