El Ministerio de Justicia realiza la prueba del SIDA anónimamente a todos los presos

El senador Miguel Barceló, de AP, reclamó ayer al ministro de Sanidad, Julián García Vargas -que comparecía en la Cámara alta para informar en el Día Mundial del SIDA-, la entrega a los reclusos de jeringuillas, ya que al compartirlas se contagian y, al reinfectarse, enferman del síndrome. García Vargas respondió que, de hacerse, debería ser dentro de un programa de desintoxicación. Justicia, según fuentes del departamento, ha incumplido su compromiso de entregar a los presos un botecito específico de lejía para desinfectar la jeringuilla y realiza la prueba del SIDA a todos los reclusos.

Fuentes autorizadas de Sanidad y del comité Anti-Sida estiman que esta actitud de Justicia supone una marcha atrás en el programa de medidas que fue anunciado meses atrás y una violación de la voluntariedad de la prueba anti-SIDA.Distintas fuentes autorizadas del Ministerio de Justicia han aducido que no se ha llevado a la práctica la entrega del botecito de lejía a los reclusos porque significaría la asunción de que se chutan en las prisiones, algo que está prohibido por el reglamento penitenciario, según indicaron. Antoni Asunción, director general de Instituciones Penitenciarias, manifestaba a este diario: "La desinfección de las jeringuillas no existe, pues no existen las jeringuillas. Ahora, si hay alguna, no vamos a dar un bote al recluso para que la meta dentro".

Fuentes de Justicia afirman que se continúa dando la tradicional botella de lejía para limpieza general y consejos profilácticos indirectos (desinfectar las cuchillas de afeitar). En EE UU los reclusos reciben un bote especial de lejía para esterilizar jeringuillas, según fuentes de Sanidad, e inicialmente se pensó en un modelo similar para las prisiones estatales. La Generalitat de Cataluña reparte en sus prisiones botellas de lejía con instruciones para esterilizar jeringuillas.

García Vargas manifestó ayer que Justicia pretende agilizar la excarcelación de reclusos enfermos de SIDA, y anunció que una decena de presos ya se habían beneficiado de esa medida. Desde 1983 las prisiones españolas han registrado un centenar de casos de SIDA, de los que un 25% ha muerto.

García Vargas auguró que en cinco años el SIDA podría causar en España tantas muertes como la carretera (5.014, el año pasado). El SIDA ha matado 776 españoles, de los que 272 fallecieron el año pasado.

Tercer país t4ropeo

España ocupa, el tercer puesto de Europa encasos registrados por millón de habitantes (47,4) y el segundo en infectados por compartir jeringuillas (59% de todos los casos). En Euskadi, Madrid y Cataluña este porcentaje oscila entre el 80% y el 88%. Y España, con 48 casos, es el tercer país europeo más castigado por el SIDA infantil, todos ellos ligados a drogodependencia de la madre.

Aunque España tiene uno de los índices de contagio por vía heterosexual más bajos de la CE -59 casos-, García Vargas apelaba ayer a tomar precauciones en los contactos sexuales con personas de las que no haya seguridad de que no sean portadoras. Fuentes de Sanidad consideraban excesivo el mensaje de la Organización Mundial de la Salud difundido ayer: "El medio más eficaz para prevenir el virus del SIDA por vía sexual es no tener relaciones sexuales más que con un compañero fiel y no infectado o no tener actividad sexual alguna".

El ministro intentó llevar un mensaje de esperanza: los "mecanismos de transmisión del virus son limitados y están perfectamente descritos. Prevenirlos es sencillo y no supone un gran esfuerzo personal".