Bombas en el templo
He estado media docena de veces en Zaragoza en viajes culturales y recreativos, particular y colectivamente; junto con los socios de la asociación de jubilados de este pueblo, y en todas las ocasiones, como es obligado -al menos para los que nos confesamos cristianos y católicos-, he visitado el templo y a la Virgen del Pilar, y aparte de mis saludos y demandas a Ella, he tenido la preocupación -o manía, si se quiere- de saber si ya han sido retiradas las dos bombas de aviación que cuelgan en lugar tan visible de dicho templo.La última vez que fui, no hace dos meses, vi que sigue igual al respecto. Por ello sigo con la misma ansia, porque, aparte de los antecedentes que se explican sobre dichas bombas, para mí no hay razón humana ni religiosa ni es procedente que dentro de un templo católico haya signos visibes cuyos objetivos sean los de matarse entre hermanos, y menos aún cuando dicho templo está dedicado a la Virgen María, reina de la paz-
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