Ampliación de la UEO

Al abrir las puertas a España y Portugal, la UEO ha dado un paso atrás en su promesa de lograr un fácil consenso. Por esta razón, la UEO no debe dar ese paso sin despejar algunos recelos. La adhesión de Portugal no causa ningún problema, ya que pertenece a la estructura militar integrada de la OTAN. Pero los portugueses han planteado su adhesión sólo porque Madrid se ha empeñado en hacerlo, y el interés de España plantea varios interrogantes. La oposición del Gobierno socialista a estacionar armas nucleares en su territorio quedó atrás con el acuerdo de septiembre, que permite la entrada de los barcos norteamericanos en los puertos españoles sin estar obligados a una inspección. También se superó el reparo de España a integrarse en la estructura militar de la OTAN con el compromiso aliado a darle un papel especial en el Mediterráneo y en el Atlántico oriental. Aún quedan algunas dificultades. Estados Unidos ha firmado un nuevo tratado con Madrid sobre sus bases en España por el cual retirará sus instalaciones de Torreón. Y está además su disputa con el Reino Unido a causa de Gibraltar. La decisión de Felipe González de adherirse a la UEO, unida a su pertenencia a la OTAN y a la CE, refleja el éxito de la UEO al establecerse como una institución de mayor alcance. El regreso de España a las filas de la Europa occidental, tanto en cuestiones de defensa como en temas económicos, es un hecho satisfactorio. 17 de noviembre