Thyssen prepara una oferta de venta a España de su colección por unos 15.000 millones de pesetas

Luis Gómez-Acebo, duque de Badajoz, representante del barón Thyssen Bornemisza, prepara una oferta de venta a España, por 15.000 millones de pesetas, de los 775 cuadros que a partir del 5 diciembre serán prestados para ser expuestos en los palacios de Villahermosa y de Pedralbes, de Madrid y de Barcelona, respectivamente. El acuerdo será suscrito por el Gobierno español y el Thyssen Bornemisza Collection Trust, sociedad con sede en Bermudas, creado para salvaguardar la unidad de la colección y los intereses de sus propietarios. España pagará un canon anual de 600 millones de pesetas y dotará a la fundación con 9.000 millones.

El preacuerdo para instalar en España, durante 10 años, la mayor parte de los 1.400 cuadros que incluyen la colección Thyssen (700 en Villahermosa y 75 en Pedralbes) fue presentado públicamente el pasado día 7 de abril por el entonces ministro de Cultura, Javier Solana, y los barones Thyssen. Se dijo entonces que en un plazo de tres meses serían redactadas las cláusulas del acuerdo. Sin embargo, no será hasta el próximo 5 de diciembre, nueve meses después, cuando el préstamo se realice oficialmente. El subsecretario de Cultura, Miguel Satrústegui, la persona encargada de negociar con Thyssen ha declinado hacer cualquier tipo de declaración a este periódico "por sentirse obligado a no dar información hasta la presentación oficial de la colección en España" .El duque de Badajoz, amigo personal y portavoz de Thyssen en España, explica que las negociaciones han sido largas, no porque hubiera desacuerdos entre las partes implicadas, sino porque ha sido muy dificil trabajar con las tres legislaciones (británica, suiza y española) que se han utilizado en esta negociación. La intervención de las tres legislaciones es debido a que la mayor parte de la colección se encuentra en Suiza, la Thyssen Bornemisza Collection Trust tiene sede en Bermudas, donde rige la legislación británica, y la colección se arrienda a España.

Las cláusulas del acuerdo elaboradas por los abogados han sido recogidas en un documento de 80- páginas. En ella se han establecido mecanismos de control que garanticen la exhibición y conservación de la colección, tanto en VIlahermosa como en Pedralbes, en unas condicionesóptimas de exposición. Un consejo de administración formado por ocho personas (cuatro escogidas por el Gobierno y otras tantas por el barón Thyssen) será el encargado de controlar, a través de la fundación que se crea en Madrid, que el acuerdo se cumpla por ambas partes. Las personas elegidas por Thyssen son el propio barón, su esposa, Carmen Cervera, el abogado Jaime Rotondo y un coleccionista amigo personal del barón.

Gómez-Acebo detalla que las condiciones económicas de este leasing (alquiler con derecho a compra) de la colección se resumen en el pago de un canon de alrededor de 600 millones anuales, que se verán incrementados cada año en función del crecimiento de los Presupuestos Generales del Estado y a la entrega de 9.000 millones. Esta cantidad deberá de servir también para realizar las obras de acondicionamiento que el próximo mes de enero deberán de comenzar en Villahermosa y que se estima que se prolongarán durante 18 meses. Gómez-Acebo asegura que aún no ha sido decidido el nombre del arquitecto que dirigirá las obras, pero adelanta que tendrá que ser un hombre del agrado del barón, ya que éste se reserva un voto de calidad para este tipo de asuntos dentro del mencionado consejo de administración. Ese voto de calidad se extiende a todos los asuntos relativos a arquitectura, decoración o nombramiento de personal especializado encargado de la colección de los cuadros.

Gómez-Acebo dice que, a nivel personal, mantiene la esperanza de que la formalización de este acuerdo sea el primer paso para la permanencia definitiva de la colección en España. "Hayuna buena intención general para lograr esto, pero hay que poner de acuerdo a muchas personas: los herederos directos (sus cuatro hijos y su mujer), las fundaciones de Bermudas, Lugano y ahora Madrid, el Gobierno español. Era imprescindible dar este primer paso para quitar ansiedades, terminar con las especulaciones y trabajar en una solución definitiva". Esa solución definitiva de la que habla el duque de Badajoz se plantearía durante los tres primeros años de la exhibición de la colección en España y a la vista del tratamiento que ésta reciba. Las condiciones económicas serían casi simbólicas y estarían en torno a los 200 millones de dólares, unos 15.000 millones de pesetas, cantidad ofrecida por el Gobierno de Margaret Thatcher, que se aleja con mucho del valor real de la colección, y que se estima en más de 1.500 millones de dólares.

"Los aspectos económicos no son los que más preocupan a Thyssen% asegura Gómez-Acebo; "tiene que tenerlos en cuenta porque tiene unas obligaciones con sus herederos, pero puedo asegurar que para él son más importantes las-condiciones en que se exhiban y se cuiden sus obras. La unidad y el mantenimiento de la colección es lo que más interesa al barón. Para él, que ya está retirado de los negocios, la colección es su más importante tesoro. El precio es secundario, porque hay obras que por sí solas tienen un valor incalculable".

Los propietarios

La propiedad legal de toda la colección Thyssen pertenece a la Thyssen Bornemisza Collection Trust, sociedad creada por el barón y sus herederos hace dosaños en Bermudas. El lugar fue elegido por las ventajas fiscales que ofrece la isla y porque la legislación inglesa es, según Gómez-Acebo, la más completa que existe en materia de arte, en opinión del barón Thyssen. La sociedad tiene como objetivo el garantizar la unidad de la colección y el perfecto estado de la misma. De ello se encargan ocho personas, especialistas todas ellas en el campo del arte, la economía y la abogacía. Los estatutos de la sociedad establecen la existencia de tres tutores, que son los encargados de vigilar que los mencionados expertos realicen la labor encomendada. Toda deci,-, síón que se tome sobre la co.lección debe ser ratificada por los tutores, personas que son nombradas direct ' amente por el barón Thyssen. £stos cargos están actualmente ocupados por Luis Gómez-Acebo, persona de la máxima confianza de Thy.ssen, y Robert Genillard, banquero suizo íntimo amigo del baron. La tercera tutoría le ha sido ofrecida a Javier Pérez de Cuéllar, secretario general de las Naciones Unidas, que aún no ha dado una respuesta afirmativa a Thyssen.

Necesidades

Gómez-Acebo considera fundamental la existencia de estos tutores para poder llegar a un buen acuerdo final. "Hay importantes especialistas españoles que equiparan la colección Thyssen a las adquisiciones realizadas bajo Felipe IV. Lo cierto es que hay obras que son auténticas joyas, inasequibles porque no están ni estarán nunca en el mercado y de las que las colecciones públicas españolas están necesitadas. Creo además que esta colección tiene para España el mérito de despertar un interés por los asuntos culturales que antes no existía, porque las necesidades económicas iban por otros caminos. Cuando las demandas más elementales de este país parecen cubiertas, puede ser lógico ocuparse de necesidades espirituales".