Venganzas de la China
El control de restaurantes chinos, origen de un juicio por asesinato frustrado
Liu Lian no sabe cuándo es el año nuevo en China y jamás ha intentado "recordarlo en la cabeza", aunque sea chino. El fiscal pide que Liu sea desterrado de Valencia durante 15 años. Liu Lian afirma que "ayuda a los chinos", pero Cheng Shulong declara que, "acompañado por dos hombres de la mafia española", le amenazó. Pero Liu no agredió a Cheng, sino a Yang Yang, al que casi mató, según el fiscal, que pide por ello 21 años de reclusión para Liu, quien intentó que la familia Bai no abriera un restaurante cerca del suyo.
Buena parte de la comunidad china afincada en Valencia, calculada en más de mil personas, estuvo pendiente ayer del juicio contra Lia Lian, a quien el fiscal considera autor de un delito de asesinato en grado de frustración. Según el ministerio público, Liu amenazó a la familia Bai -poseedora de varios restaurantes chinos en Valencia- con matar a alguien si no renunciaba a abrir un nuevo local en la avenida de Blasco Ibáñez, justo al lado de un restaurante de Liu Lian.Ante la firme decisión de los Bai de abrir el nuevo local, Liu se presentó en casa de la citada familia y se enfrentó a sus miembros. Al final resultó herido Yang Yang, novio de una hija del patriarca de la familia Bai, llamado Zhi Chong. La proximidad de un hospital evitó la muerte de Yang Yang, que recibió una mortal herida de cuchillo, según los forenses. Liu había amenazado a otros chinos en múltiples ocasiones, pero jamás ocurrió nada. Esta vez sí fue en serio.
Liu Lian, perteneciente a un complejo clan familiar, se había mostrado en ocasiones como "el jefe de los chinos en Valencia", tal como explicó Chen Shulong. El jefe, por tanto, no podía permitir que Cheng montara el restaurante justo en la misma avenida que el suyo. Acompañado por dos miembros "de la mafia española", se lo hizo saber, a Cheng.
El juicio celebrado ayer en Valencia reveló la existencia de clanes de súbditos del mencionado país que controlan el negocio de los restaurantes chinos (unos 40) en la ciudad.
Apenas un 20% aproximadamente de los chinos vecinos de Valencia entiende más idioma que el suyo. Los componentes de los clanes familiares viven en el mismo edificio y sus uniones matrimoniales se efectúan entre personas de la comunidad.
Autoridad moral
El fiscal cree que Liu Lian intentó inicialmente agredir a Zhi Chong Bai, tío de Cheng Shulong, porque ejerce "una cierta autoridad moral sobre el clan familiar". Un español que dice conocer los clanes dijo a este periódico que Liu ha sido víctima de las maniobras de la familia Bai "que constituye una secta comunista". Según esta versión, el patriarca controla políticamente a sus componentes.No es ésta la primera ocasión que los intérpretes chinos trabajan en los tribunales valencianos. Hace dos años, Ma Jinham fue condenado por asesinar a Juan Tung Chen, un niño de dos años. En aquella ocasión la policía intervino durante el juicio porque familiares de la víctima pretendieron agredir al procesado. Ma Jinham no pertenecía a los clanes enfrentados judicialmente ayer, pero intentó solucionar algunos de sus conflictos hablando con Zhu Zhu Ying, otro patriarca chino de Valencia.En el juicio de ayer, las rivalidades entre clanes alcanzaron a los intérpretes. El propuesto en primer lugar no actuó al haber recibido amenazas. El segundo fue impugnado por la familia del procesado, por pertenecer al otro clan. Esta contrariedad se solventó con la designación de dos traductores, lino por familia.Testigos que dijeron haber sido amenazados, varios más que no comparecieron y otros que declararon con contradicciones mostraron el clima enrarecido que presidió la vista. El defensor de Liu Lian reclama la absolución de su cliente -que ya lleva 13 meses en prisión- precisamente porque todos los testigos de cargo pertenecen a la familia Bai. Por su parte, el representante legal de los Bai no dudó en considerar que el problema se reducía a un conflicto de intereses económicos por los restaurantes. Y es que Cheng Shulong decidió ubicar su restaurante atendiendo sólo a las indicaciones de su agencia inmobiliaria, sin seguridad por tanto, el procedimiento habitual.
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