Gorbachov defiende el estatuto de Berlín Oeste

El canciller federal alemán, Helmut KoHl, y el máximo líder soviético, Mijail Gorbachov, anunciaron ayer "un nuevo capítulo en las relaciones" entre la Unión Soviética y la República Federal de Alemania (RFA) tras entrevistarse en la primera jornada de la visita oficial del jefe del Gobierno de Bonn a Moscú. "El hielo se ha roto" dijo Gorbachov tras este primer encuentro. En respuesta a Kohl, quien había abordado el tema, Gorbachov dijo que Berlín Oeste puede participar en encuentros internacionales, pero reafirmó que el estatuto de la ciudad debe seguir sin cambios.

La visita de Kohl a Moscú ha sido calificada de histórica en la RFA y en la URSS, y ha levantado grandes expectativas de un acercamiento entre la gran potencia económica y tecnológica que es Alemania occidental y la superpotencia soviética. Las dos visitas de cancilleres federales a Moscú, la de Konrad Adenauer, en 1955, y la de Willy Brandt, en 1970, tuvieron dimensión histórica.Kohl y Gorbachov se entrevistarán un total de seis veces durante los cuatro días de una visita que comenzó ayer en un ambiente mucho mejor de lo previsto con un fuerte impulso a las relaciones económicas entre los dos países y Muestras de inquietud norteamericana. Kohl llegó por la mañana Moscú con cinco ministros de su Gobierno y una amplia delegación de más de medio centenar de representantes de la industria y las finanzas de la RFA. Fue recibido en el aeropuerto por el primer ministro soviético, Nicolai Richkov.Ya en la primera jornada fueron firmados más de una veintena de tratados de cooperación, en campos que van desde la previsión de accidentes entre buques de ambos países hasta la cooperacion en materia ecológica y cultural y el suministro de tecnología nuclear alemana a la URSS. Coincidiendo con la visita de Kohl, la RFA ha concedido a la URSS un crédito de 3.000 millones de marcos.En una cena de gala el canciller federal aludió ayer a la unidad de Alemania como una meta irrenunciable. " La división es antinatural", señaló, y añadió que la unidad nacional alemana es una realidad humana que la política no puede ignorar.

El canciller también insistió en la inclusión de Berlín en el proceso de acereamiento entre los dos países. En este terreno, la postura de Gorbachov es muy dura, según medios alemanes en Moscú, pese a lo que pudiera ha berse pensado tras aceptar por primera vez la inclusión de Berlín en el acuerdo sobre cooperación económica entre Bonn y Moscú. Dada la postura inflexible de la URSS en la espinosa cuestión de los vínculos de Berlín Oeste a la RFA, no se esperan siquiera sugerencias de Gorbachov a una hipotética superación de la "antinatural división alemana" de que habló ayer Kohl.

Sobre el tema de Berlín, la respuesta no se hizo esperar. Y en su discurso en la misma ocasión, Gorbachov dijo que Berlín Oeste puede participar en los encuentros internacionales, pero reafirmó que el estatuto de la ciudad debe seguir sin cambios. El líder soviético, recordando Ias voces en Alemania Federal que se refieren a Berlín Oeste como "una piedra de toque" de las relaciones con Moscú, denunció a los que "apelan a frenar estas relaciones si la Unión Soviética no cede" en esta cuestión.

El canciller Kohl aludió también a la minoría alemana en la URSS, que con la mejoría de las relaciones bilaterales pueden emigrar últimamente en mayor número a la RFA. Según dijo, esta minoría, compuesta por unos dos millones de personas debe convertirse en un puente de unión entre los dos países.Kohl exhortó a la URSS al desarme en aquellos tipos de armamento en que cuenta con superioridad, sobre todo en sus misiles nucleares de corto alcance y en armas convencionales. "La superioridad soviética en misiles de corto alcance es motivo de gran preocupación. Pedimos a la URSS que renuncie a parte de estas armas, lo que no afectaría a sus intereses de seguridad".

"Casa común europea"

En una entrevista al semanario Der Spiegel, Gorbachov reconoció que la casa común europeano estaría completa "sin una puerta abierta en Berlín." Una puerta abierta en la ciudad dividida tendría que ser por necesidad el final del muro. Las realidades políticas actuales y la difícil situación de Alemania Oriental reducen estas afirmaciones a hipótesis a largo plazo.

En referencia tanto a la división alemana y europea, el canciller federal dijo apoyar el concepto de casa común europea "si tiene muchas puertas y ventanas, si la gente puede reunirse y encontrarse libremente, si nada y nadie impide el intercambio de bienes e ideas de la ciencia y la cultura".

El canciller llegó a Moscú acomparlado por cinco ministros. El de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, mantuvo una larga entrevista con su homólogo, Edvard Shevardnadze, en la que se abordó especialmente la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), que se celebra en VIena. Rumania, aliado díscolo de la URSS, bloquea su conclusión. La RFA parece dispuesta a hacer concesiones económicas a Bucarest a cambio del fin de su política obstruccionista.

Manfred SchoIz, el primer ministro de Defensa de la RFA que visita Moscú y el segundo de la OTAN tras Frank Carlucci, se manifestó ayer optimista sobre la convocatoria de la conferencia europea de desarme convencional, tras entrevistarse con su homólogo soviético, Dimitri Yazolí. La conclusión de la CSCE es una condición previa para esta conferencia.