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CONVERSACIONES EUROPEAS

La libertad de movimiento de capitales puede acentuar las diferencias en la CE, según Nesi

Juan Arias

JUAN ARIAS, Sin una estructura financiera capaz de regular la libertad de movimiento de capitales a partir de 1992 se corre el peligro de que, en Europa, los países ricos se vuelvan más ricos y los pobres más pobres, según afirma Nerio Nesi, socialista, presidente de la Banca Nazionale del Lavoro, (BNL), el banco público número uno de Italia, uno de los 10 más importantes de Europa y el 35º en la clasificación mundial.

La Europa política y social sólo se podrá realizar sin desequilibrios irritantes si se logra crear un banco central europeo y una moneda única, señala Nesi, considerado hoy como un experto mundial en sociología bancaria.Por lo que se refiere al futuro de los bancos en la Europa de 1992, Nesi sostiene que lo importante va a ser la dimensión de las instituciones bancarias. Prevé que en Europa habrá 20 o menos bancos que de hecho dominarán el mercado. "Eso no quiere decir", afirma, "que desaparezcan los bancos pequeños, pero sí que éstos se verán limitados a actuar sólo en el campo regional, algo parecido a lo que empieza a acaecer a los periódicos o las televisiones".

Los que obtendrán grandes ventajas de los bancos a partir de 1993 serán, según el presidente de la BNL, los ciudadanos de a pie. Para ellos, explica, será una gran revolución. Un ejemplo clarificador podría ser el siguiente: "Imagínese a un sevillano que entra en un banco italiano instalado en Sevilla y presenta un talón de una cuenta que tiene en un banco de Londres y ordena comprar bonos del Tesoro de Alemania".

En vísperas de la total integración europea, el panorama de se presenta, según Nesi, como antes de la II Guerra Mundial, es decir, "como una serie de ejércitos que están tomando posiciones y que se preparan para la batalla final o para la explosión del conflicto". Y añade: "Por suerte se trata de ejércitos sin armas, ejércitos que están constituidos por las industrias, las sociedades de distribución comercial, las compañías de seguros y los bancos". El movimiento que está ya en curso en los doce es sumamente agresivo. No se trata sólo de movimientos de empresas en sus respectivos países, sino de empresas de países distintos del propio. Un ejemplo es la operación que está haciendo en Francia Carlo De Benedetti, Gardini en la Unión Soviética o Fiat en otros países.

Como para las otras empresas, para los bancos el éxito de la batalla dependerá de la dimensión de dichos bancos. Ganarán los que sean capaces de ampliarse más. "España", dice Nesi, "lo ha entendido, y un ejemplo importante ha sido la fusion de los bancos de Bilbao y de Vizcaya. Para España es tanto más indispensable si se piensa que no cuenta aún con ningún banco entre los 50 primeros del mundo. Italia tiene sólo la Banca Nazionale del Lavoro entre los 50 primeros, pero entre los 100 primeros cuenta con ocho, mientras que España hasta ayer no poseía ningún banco entre los 100 primeros".

Sociedades mixtas

Según el banquero, va a ser muy difícil que bancos de diversos países actúen juntos en un mismo país, pero lo que sí será posible e importante hacer son sociedades mixtas para actuar fuera de los límites geográficos de cada país de origen. "O bien", dice, "crear alianzas incluso fuera de Europa. Ahora mismo, por ejemplo, la Banca Nazionale del Lavoro va a actuar conjuntamente con el Banco de Bilbao y Vizcaya en China, y acabamos de utilizar paquetes informáticos del Banco de Bilbao y de Vizcaya para acuerdos con créditos Visa".

El futuro bancario europeo radica en la capacidad de agrandar la dimensión, según Nesi. ¿Pero cómo lograrlo? "De dos modos: a través de la fusión en campo nacional, como se está haciendo en España y también aquí en Italia, o a través de fusiones internacionales y europeas".

Lo que más interesa del momento actual europeo es la distribución, ya que el producto, dice Nesi, se puede comprar fuera: "Ganará la batalla quien posea tina mejor red de distribución, como pasa también en el campo editorial". Hoy la mejor posición, afirma Nesi, la tiene el Deutschbank.

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