Pinochet reemplaza a nueve de sus ministros
El general Augusto Pinochet reemplazó ayer a nueve ministros, en tre ellos, las carteras claves de Interior, Relaciones Exteriores y Secretaría General del Gobierno. Los tres nuevos titulares de estos ministerios tienen en común el haber pertenecido al equipo económico del régimen y carecen de experiencia y relieve político. En su intervención durante la ceremonia de juramento del Gabinete, Pinochet, vestido con uniforme de gala blanco, gesto adusto y un tono enérgico, advirtió: "Señores, la Constitución no se modificará. Esta materia no está en juego".
La cartera de Interior ha sido ocupada por el economista Carlos Cáceres, ex ministro de Hacienda del régimen y director de la recolección de fondos durante la campaña electoral. Cáceres reemplaza a Sergio Fernández. Para el cargo de Relaciones Exteriores, Pinochet llamó al embajador en Washington, Hernán Felipe Errazuriz, ex presidente del Banco Central. Y para el Ministerio Secretaría General de Gobierno designó a Miguel Ángel Poduje, uno de los más eficíentes propagandistas durante la campaña del sí, que repartió viviendas y subsidios en las barriadas obreras. Antes ocupaba el cargo de ministro de Vivienda.Pinochet también reemplazó a los ministros de Agricultura, Bienes Nacionales, Trabajo, Minería, Vivienda y Transportes, en la mayor reestructuración del Gabinete de los últimos años, motivada por la derrota electoral del general en el plebiscito del pasado 5 de octubre. Dirigentes de la oposición criticareon la falta de relieve político de los nuevos ministros en las carteras claves.
La sensación generalizada de los opositores era ayer que Pinochet escogió colaboradores que carecen de autonomía para iniciar un diálogo con los ganadores del referéndum. Y que, además, ratificó ampliamente la política económica del Gobierno, no sólo manteniendo a los ministros de este sector ' sino convocando a ex ministros del equipo de los Chicago Boys (seguidores de la escuela monetarista del premio Nobel Milton Friedrnan) para los cargos claves.
Advertencia a la oposición
El propio Pinochet se encargó de cerrar las puertas para un entendimiento, aislándose en la Constitución, que si bien le impide ser candidato en las próximas elecciones presidenciales, lo consagra como comandante en jefe del Ejército hasta 1997, como senador vitalicio e integrante del Consejo de Seguridad Nacional. Durante su intervención, Pinochet emplazó a los partidos y grupos de la oposición a que definan "si mantienen o rectifican la posición rupturista que plantearon durante el proceso plebiscitario. El Gobierno, como es lógico, exige una definición, más allá de fórmulas ambiguas, retorcidas o turbías".El general anuncié que el Gobierno respetará la Consti tución: "Entregaré el cargo que detento a quien la ciudadanía libre, secreta e informada elija el próximo 14 de diciembre de 1989", dijo. Sin embargo, Pino chet agregó: "Prevengo a los que quieren apartarse de la Constitución o proponen fór mulas para cambiar sus dispo siciones esenciales, aún antes que ellas, entren en vigencia, que nuestro propósito es mantener inmutable su texto".
Respecto del cambio de Gabi nete, Pinochet sólo explicó que el Gobierno "debe adecuar sus cuadros en esta etapa, la última de mi mandato presidencial". Sobre su futuro, el gobernante manifestó: "Con recta tranquilidad de conciencia me abocaré a concluir mi Gobierno ( ... ) y estaré alerta para denunciar y sancionar a quienes procuran arrastrarnos a la nefasta lucha de clases. Ahí se estrellarán frontalmente con nosotros los que pretenden vivir experiencias ya fenecidas".
El proceso de reemplazo del Gabinete tuvo carácter rocambolesco. El dictador rechazó la primera renuncia de los ministros, al día siguiente de la derrota en el plebiscito. Este segundo cambio se concretó lentamente. Después de un día con los ministerios acéfalos, Pinochet informó ayer a los minístros, en una reunión de 15 minutos, de que aceptaba las renuncias de nueve ministros, mientras el ex titular del Interior, Sergio Fernández, era confirmado en su cargo.
Cuatro horas después, y sólo 15 minutos antes del comienzo de la ceremonia de juramento, un comunicado de la presidencia indicó que Pinochet aceptaba la "renuncia indeclinable" de Fernández. La cadena de televisión y radios comenzó a las 18.15 horas. Pero durante 27 minutos, la televisión mostró a los ministros salientes y entrantes conversando en el salón de gala del palacio presidencial de la Moneda, a la espera de que llegara Pinochet.
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