Sin novedad en el frente

Liber 88 no ofrece grandes novedades, ni es esa su intención. La Federación de Gremios de Editores Españoles presentó el sexto Salón Internacional del Libro como un encuentro de editores, de diálogo permanente para hablar de problemas comunes. Ese diálogo permanente se produce en los pasillos y el tema es único: el futuro, la fusión de grandes grupos a nivel internacional. Eso pasa en los pasillos; en los stands, la situación es otra. Los editores, aunque pensando en ese gran futuro, aprovechan la actualidad del evento para mover a sus escritores o para presentar nuevos sellos editoriales. Así, Laia, por ejemplo, ha traído a tres escritores venezolanos: Denzil Romero (Tardía declaración de amor a Seraphine Louis), Juan Liscano (Los mitos de la sexualidad en Oriente y Occidente) y Ángel Bernardo Viso (Todo el sueño de Adán) y Martínez Roca, una editorial, no demasiado pequeña en el panorama español, pero minúscula en el internacional, ha aprovechado la circunstancia para presentar un nuevo sello editorial, Alcor, cuyo único objetivo, según sus responsables, es "tratar más a fondo la cuestión literaria". Alcor presenta tres nuevas colecciones: La fuente dejade, una más dedicada a la narrativa erótica, "de calidad", según sus responsables, cuyo primer título es La vida sexual de Robinson Crusoe, de Michel Gali, novela que atravesó ciertas dificultades editoriales en Francia, donde fue editada antes en inglés (para exportar a Gran Bretaña) que en francés. La segunda colección de Alcor es Narrativa contemporánea, que pretende rescatar "autores olvidados". Su primer título es Diario íntimo de Sally Mara, de Raymond Queneau. Las otras culturas, finalmente, trata, según su directora, Carmen Martínez Alsinet, de "autores y obras casi olvidados en el mundo occidental". El primer título es Buchingham Palace. Distrito sexto, de Richard Rive, que aborda, de forma novelada, la situación de un barrio de Ciudad del Cabo (Suráfrica).