"Si hice algo malo, perdónenme", pide Pinochet
El candidato único a la presidencia en el plebiscito del 5 de octubre, el general Augusto Pinochet, se lanzó de lleno a la campaña electoral y apareció durante los 15 minutos de la franja de propaganda electoral por televisión del sí la noche del jueves. "Si hice alguna cosa mala, perdónenme", pidió a los telespectadores, mientras Santiago era un hervidero de rumores sobre lo que pueda ocurrir en los días previos o inmediatamente posteriores al plebiscito del 5 de octubre. La población se ha lanzado a compras masivas de algunos productos en los supermercados, sobre todo velas y linternas.
Cuando sólo quedaban tres días de propaganda electoral en televisión, Pinochet saltó al ruedo. Los 15 minutos del sí se llenaron la noche del jueves con una entrevista al candidato, que apareció en un marco hogareño, al lado de su esposa, Lucía Hiriart, que no abrió la boca. A lo largo de una hora, exactamente antes de la franja, el canal de televisión de la un¡versidad de Chile había entrevistado a la esposa de Pinochet, pero esto no se considera propaganda electoral.La entrevista con Pinochet parecía hecha por partidarios del no. Resulta dificil encontrar a una pareja de entrevistadores que den ante la cámara una cota tan alta de servilismo e imagen de estupidez. Los cortes del montaje eran tan burdos que provocaban sobresaltos al telespectador. Pinochet adoptó un tono conciliador y no se puede excluir que su lenguaje y expresión muy elemental llegue a los sectores menos cultos del país. Hasta la noche del jueves la propaganda del sí había ocultado de forma casi vergonzante al candidato.
Apeló Pinochet a que el elector tenga en cuenta a la hora de votar "que no se pierda lo que se ha obtenido" y dijo que Chile es un país de clases medias, con dos franjas estrechas de clase alta y baja. Al final de la entrevista, Pinochet se dirigió a la cámara para decir: "Piense que este país está destinado a tener un gran futuro y grandes expectativas. No lo eche todo por la borda. Yo no me recomiendo. Analíceme. Si hice alguna cosa mala, perdóneme. Pero creo que, sumando y restando, tengo más a favor que en contra".
Santiago es un mar de rumores y de intentos de desinformación. Ministros de Pinochet insinúan -"pero no me cite", dicen- que "la Embajada americana [de Estados Unidos] tiene una encuesta que da ganador al sí por 54% contra 46%". En la citada embajada lo niegan. [La cadena de televisión hispana de Estados Unidos Univisión difundió ayer una encuesta que da un 59% a favor del no y un 27% por el sí, con un 14% de indecisos, informa France Presse].
Se habla de un plan defilipinización del plebiscito por parte del no, que consistiría en anticipar su triunfo, sacar a la gente a la calle y pedir el fin de la dictadura. Los partidarios del no insinúan que el régimen, desesperado ante la marcha del plebiscito, podría intentar una maniobra de haitinización, consistente en provocar un baño de sangre que obligue a suspender los cómputos.
Según informa Manuel Délano, que siguió el viaje de Pinochet el jueves a Valparaíso, el candidato habló en un mitin ante unas 12.000 personas, una quinta parte de lo esperado. Ante ese auditorio, Pinochet sostuvo que su Gobierno ha mejorado la situación económica, evitado una guerra con Argentina, en 1978, por problemas limítrofes y ofrecido la libertad al país. También fustigó a los sectores democráticos de la oposición que se "abrazan" con los marxistas. "Nadie los comprende, porque mienten, mienten, mienten", aseguró.
[En España, la portavoz del Gobierno, Rosa Conde, expresó ayer "la más calurosa e inequívoca solidaridad [del Gobierno] con las fuerzas democráticas chilenas"].
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