La influencia de Husserl en el pensamiento, analizada por 400 filósofos

Cuatrocientos filósofos de 24 países participan esta semana en Santiago en el I Congreso Mundial de Fenomenología, que coincide con el 501 aniversario de la muerte del fundador de esta corriente de pensamiento, el alemán Edmund Husserl. El congreso pretende analizar las consecuencias que el pensamiento de Husserl ha tenido en la política, la sociología, la psicología y la estética, y su influencia en Ortega y Gasset.

El congreso está organizado por el Instituto Mundial de Investigación y Aprendizaje Fenomenológico de Belmont (EE UU) en colaboración con el departamento de Historia de la Filosofía y Antropología Social de la universidad de Santiago. En la reunión participan especialistas internacionales, como los alemanes Lot har Eley y Bernhard Waldenfens y la norteamericana Anna Tyminieca. El próximo viernes también estará presente la hija de Ortega y Gasset.Los organizadores del congreso sostienen que la fenomenología es una de las corrientes filosóficas con más vigencia en la actualidad, ya que pretende recuperar la razón como principio para afrontar los problemas que acosan al hombre contemporáneo. A juicio de los organizadores, la obra de Husserl permite ahondar en las causas de la crisis de la sociedad europea desde el siglo XIX y en su superación a través de una vuelta a la razón como instrumento fundamental.

La fenomenología, indisolublemente unida a la figura de Husserl, supone una recuperación del proyecto cartesiano de buscar un principio de certidumbre sobre el que se puedan establecer las bases de la filosofía y la propia ciencia. Husserl ejercio una gran influencia sobre el pensamiento europeo del primer tercio del siglo XX, especialmente sobre Heidegger, autor de la obra filosófica más destacada de los últimos años. Heidegger fue un discípulo de Husserl en su primera etapa, pero se separó de su pensamiento para adoptar una línea absolutamente original. Las influencias del fundador de la fénomenología pueden rastrearse también en las obras de Sartre, Ortega y Gasset y Max Scheler.