El Salón Internacional del Mueble de Milán confirma la diversidad de tendencias en el diseño

La XXVIII edición de este certamen, considerado el más importante de Europa en su género, abrió sus puertas el pasado miércoles 14 y finalizará el 19 de septiembre. En la Feria de Milán, como se la suele llamar en el medio profesional, exponen 1.894 firmas italianas y 244 extranjeras. Paralelamente a esta muestra, y dentro del mismo recinto ferial, tiene lugar el Salón Internacional de la Iluminación, Euroluce, con un total de 351 participantes.

Al margen de estos dos acontecimientos de clara intención comercial, el comité organizador presentó dos exposiciones. Una de ellas, que se titula 35 muebles del racionalismo italiano, agrupa diseños célebres de la década de los treinta, con muebles de creadores como Grabielle Mucchi o Giuseppe Terragni.

La otra es la muestra de la selección hecha por el Forum Design, un jurado compuesto por teóricos y profesionales de la arquitectura y el diseño, con lo más significativo de la producción italiana del presente año.

Como viene ocurriendo en las últimas ediciones, resulta imposible hablar de una única tendencia en el campo del diseño italiano y europeo en general, hasta el punto que dentro de una misma empresa se encuentran propuestas de las corrientes más diversas. La firma Bernini presentó un escritorio estantería de nogal que es una reedición de una pieza de los hermanos Achule y Piergia como Castiglioni. A pocos metros, otro monstruo de la industria italiana, Zanotta, exhibe en su pabellón una estantería de Ettore Sottsass, uno de los fundadores del ya histórico movimiento Memphis. La empresa Driade ofrece las creaciones de Oscar Tusquets y Philippe Starck, que además ha diseñado una nueva silla para Kartell y actualmente trabaja en el proyecto de un nuevo restaurante en Madrid.

Frente a un panorama tan diverso como éste y que lo visto resulta económicamente rentable, queda claro que la explosión de forma y color que identificó la aparición de los grupos Alchimia Memphis de los años ochenta ha servido para revitalizar y redefinir el diseño. Otro factor importante es que en la industria italiana convergen creadores de distintos países, cada uno con su propia visión y tradición cultural.

España y el SIDI

Este año España está presente a través del SIDI (Salón Internacional del Diseño y del Equipamiento para el Hábitat), una iniciativa de la revista Centro de diseño ON que cuenta, además, con el apoyo del Instituto Español de Comercio Exterior.

Esta es la segunda vez que concurren a Milán —la primera fue en 1986— y al parecer la repercusión es por el momento muy buena. La muestra es homogénea, con un alto nivel de calidad y organización en las 25 firmas expositoras, la mayoría de las cuales, con excepción de Tresserra y Akaba, estarán presentes en la Fería del Mueble de Milán.

Por su parte, Artespaña, que concurre por primera vez a este certamen, presentó su colección Azimut de diseño con muebles y objetos de Pedro Miralles, Quod, José Juan Belda, Álvaro Soto, Pérez Ortega, Andrés Ricard y Oscar Tusquets, entre otros.

Como creador independiente, Tusquets es indiscutiblemente el diseñador español más solicitado a nivel internacional, y da la sensación de estar en todas partes a la vez. Además del mueble presentado por Artespaña, otras firmas italianas de la importancia de Dreade y Zanotta llevaron también trabajos suyos, uno de los cuales, el carro auxiliar Carrito y seleccionado por el jurado del Forum Designe.

También hay un salón mucho más pequeño que abarca sólo dos pabellones, con una superficie de 15.500 metros cuadrados. Este año hay que destacar el alto nivel de originalidad y creatividad de sus diseñadores, que han renovado el campo de la iluminción con propuestas raras y poéticas en las que la luz se organiza a través de pequeños elementos ligeros y móviles.

Las grandes firmas como Arteluce, Artemide, Fontana Arte, Leucos han presentado, como siempre, diseños impecables, técnica y formalmente, entre los que se destacan la lámpara Fritz de Santiago Miranda y Perry King en la primera, y otra de Matteo Thun para Barovier y Toso, también seleccionada por el Forum Designe.