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Un museo de la imagen móvil abre sus puertas en Nueva York

El nuevo Museo de la Imagen Móvil (American Musemn of the Moving Image) abrió sus puertas ayer sábado, en el barrio de Astoria, Queens, en la ciudad de Nueva York. Siendo el primero de su clase en Estados Unidos, se ha adelantado al proyectado en Los Ángeles desde hace más de 25 años, robándole la primacía a la capital norteamericana del cine.

El museo sigue la historia del desarrollo del cine, la televisión y el vídeo, desde los primeros kinetoscopios hasta los últimos capítulos de las series televisivas o las grandes producciones cinematográficas. En una inmensa colección de artefactos se encuentran desde el termo de café de Hopalong Cassidy hasta el decorado completo de una serie de televisión. De la mano que utilizó Buñuel para una escena de El perro andaluz, los vestidos que la mítica Scarlet O'Hara llevaba en Lo que el viento se llevó, hasta los monstruos videoquinéticos de Jam Num Paik.Sus salas se encuentran repletas de monitores de televisión donde constantemente se ofrecen las mejores escenas de los largometrajes mas famosos de la historia de la cinematografía y los más importantes telefilmes de las últimas décadas.

El principal interés de este nuevo museo es el de explorar el mundo de las imágenes en movimiento, cuyo soporte sea celuloide o cinta magnética, desde la perspectiva industrial, histórica y artística.

Fuera de Manhattan

Por primera vez en Nueva York, un gran museo se aleja del céntrico barrio de Manhattan, tratando de atraer a los 45.000 visitantes anuales que necesitará para sobrevivir, instalándose en un barrio como Astoria, donde se encuentra la comunidad de inmigrantes griegos más importante del país.El local ocupa una parte de los antiguos estudios Astoria, que en los años veinte fueron un importante centro de producción cinematográfica, donde Paramount tenía sus estudios de la costa este.

En 1970 fueron abandonados, cuando toda la industria se trasladó al clima dorado de Hollywood, y permanecieron vacíos hasta 1977, cuando un grupo de productores de cine y televisión decidieron reactivar su producción.

Desde hace seis años, la Fundación Astoria de Cine y Televisión ha ido reformando los locales y ocupando dos salas de proyección, ahora perfeccionadas, donde se exhibían dos películas diarias.

Donald Albrech, organizador de las exhibiciones, dijo que "no se trata de un museo de la época dorada de Hollywood, sino de un museo del medio, de esta industria".

De los 12 millones de dólares necesarios para su construcción, la mayor parte del capital ha sido aportada por el Ayuntamiento de Nueva York, que además es el propietario de los locales. El resto del dinero ha sido aportado por fundaciones e instituciones privadas.

Este Museum of the Moving Image (MOMI) intentará recuperar el numeroso público que hace unas décadas se trasladaba a los estudios de Astoria para atender los grandes estrenos cinematográficos, en una ciudad que parece más interesada en acudir a museos que a las salas de cine.

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