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MÚSICA PARA LA LIBERTAD

En Barcelona, el público marcó la diferencia

Si comparamos el concierto de celebrado ayer en Barcelona con el primero de la gira, que se celebró el pasado día 2, de septiembre en Londres, se puede asegurar que aquéllos que asistieron al Camp Nou salieron ganando de largo. El ambiente fue mucho más cálido y la entrega más de corazón. Mientras en Wembley, el estadio sólo se llenó cuando empezaron a cantar las figuras más conocidas, en Barcelona cuando Youssou N'Dour abrió el espectáculo, el campo estaba ya a rebosar de gente y ganas.Antes de iniciarse el concierto, el público había aguantado la espera con la marea humana o leyendo algunas de las pancartas colgadas de los graderíos, con textos como "engánchate a la vida", "abajo dictadores asesinos" y "por los Derechos Humanos, llibertat Carles Castellanos".

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La locura controlada fue la reina de la noche

Sonido muy superior

El sonido de anoche fue muy superior al de hace una semana. Especialmente N'Dour, que en Londres apenas consiguió calentar, en Barcelona logró desde el principio una magnífica participación del público, que estuvo a la altura de su excelente sonorización. En las dos ciudades, el senegalés actuó durante media hora e incluyó éxitos como la canción Inmigrés.

La aportación española fue El último de la Fila. Como en París Michel Jonas, Claudio Baglioni en Italia, Bryan Adams en Canadá, Johnny Clegg en Zimbabue y Milton Nascimento en Brasil. Tras el grupo catalán, la organización tenía prevista la actuación de Traúy Chapman, pero apareció Sting.

En Barcelona, todos los tiempos de espera entre actuación y actuación fueron inferiores a los de Londres, lo que a veces repercutió en el sonido inicial. Sting no fue una excepción, aunque tardó una canción en solucionarlo. Apenas varió el repertorio y cantó Fragilidad en castellano. Aportó como novedad la versión, también en castellano, de su canción dedicada a los desaparecidos chilenos y la presencia al micrófono,para interpetarla a dúo de Peter Gabriel.

El público también cooperó con la ayuda del texto escrito repartido por el Ayuntamiento de Barcelona para recordar los 15 años de Pinochet en Chile. Ante la insistencia del público, y contra lo habitual en la gira, volvió a salir para regalar una excepcional versión de la canción Little wing, de Jimmi Hendrix. A la hora de cerrar esta edición todavía tenían que actuar Peter Gabriel, Tracy Chapman y Bruce Springsteen.

El público marcó la diferencia en,Barcelona, aunque se mostró más remiso a comprar recuerdos del concierto -pirogramas, camisetas, etcétera- manteniéndose impasible ante la presencia, más otensible que en Londres, de la publicidad de la empresa que a través de la fundación Reebok ha impulsado esta gira en una original mezcla de esponsorización y mecenazgo.

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