Los científicos piden medidas globales para proteger la capa de ozono
La falta de soluciones definitivas continúa siendo la preocupación central de los científicos interesados en frenar los problemas relacionados con la erosión del contenido de ozono en la estratosfera y su peligroso aumento en la troposfera."Hay una buena disposición, y se ha tomado conciencia de la necesidad de actuar, pero todavía no se toman medidas globales y no se ha llegado a un acuerdo sobre las causas del fenómeno", explicó el científico argentino German Curt Woelcken, de la Universidad Salvador, de Buenos Aires.
El científico fue uno de los 400 asistentes a la reunión de la Comisión Internacional de Ozono, efectuada este año en la República Federal de Alemania, con el patrocinio del Instituto MaxPlanck de Aeronomía y la Universidad de Gotinga.
En este encuentro, que tiene lugar cada cuatro años, una vez más, se volvió a insistir en la alarmante situación derivada de la reducción del ozono, lo que pone en peligro la vida sobre la Tierra.
Diferentes cálculos realizados en base a numerosas mediciones permiten deducir una reducción constante de la capa de ozono y, según diferentes opiniones, los principales culpables de ello son los fluorclorocarbonos producidos industrialmente a partir de 1966.
De ahí, entonces, que se ha vuelto a solicitar la prohibición categórica de los fluorclorocarbonos como gases impulsor de atomizadores e ingredientes de espumas y envases de plástico, al tiempo que se exigen medidas enérgicas para poner coto al peligro que suponen tales sustancias químicas que actúan sobre la capa de ozono.
Medidas incompletas
En todo caso, a pesar de la intensa cooperación internacional, entre los científicos sigue imperando la incertidumbre respecto a los complejos fenómenos químicos que tienen lugar en la atmósfera, y en el simposio se pudieron apreciar pronósticos y opiniones diferentes sobre la futura evolución de la reduccion del ozono.El principal problema es la insuficiencia de datos, la incompleta red de medición del ozono y la heterogeneidad e inexactitud de los procedimientos de medida utilizados hasta ahora, todo lo cual se transforma en un obstáculo para establecer una base fundada para pronósticos.
Los científicos reunidos en la ciudad de Gotinga, más de 400 de todo el mundo, expresaron que aún no se ha hecho suficiente para que cada ciudadano tome conciencia del peligro que supone una alteración del ozono.
La capa de ozono absorbe gran parte de los peligrosos rayos ultravioletas del Sol, y actúa en forma de parasol para hombres, animales y plantas, y su destrucción afectaría a los seres humanos (enfermedades cancerosas), repercutiría negativamente en la vegetación y el equilibrio ecológico.
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