Una teóloga italiana defiende la sexualidad de Cristo en la polémica sobre el filme de Scorsese
'La última tentación de Cristo' se estrenará el próximo viernes en Estados Unidos
Adriana Zarri, la teóloga más famosa de Europa, que desde hace años vive retirada en el silencio de la contemplación, ha salido en defensa de la película sobre Cristo de Martin Scorsese, La últíma tentación de Cristo, mientras que el periodista de la RAI-TV Gianni Mina, el primer italiano que ha visto la película íntegramente, ha afirmado: "Como un simple espectador, afirmo que tengo una hija de 14 años a quien llevaré a ver la película convencido de que para ella será una lección moral". Y añadió: "Para mí se trata del filme más religioso que yo haya visto desde hace mucho tiempo".
(El estreno de la película en Estados Unidos estaba previsto para el próximo 23 de septiembre, pero el escándalo organizado por grupos integristas ha decidido a la productora a adelantar el estreno al próximo viernes, día 12. En Italia, el director Franco Zefirrelli amenazó con retirar su pelicula del Festival de Venecia si acudía la de Scorsese a la que calificó de perjudicial para la imagen de Cristo].Pero lo que más ha llamado la atención han sido las declaraciones de la teóloga y escritora Zarri, la primera voz del mundo religioso y eclesiástico italiano que se ha levantado para comentar la película, afirmando que Cristo se hizo hombre en todo menos en el pecado y que la sexualidad no es pecado. De ahí el que, según la teóloga italiana: "Cristo, en cuanto hombre, asumió la sexualidad con sus deseos y sus pulsiones. Somos nosotros quienes hemos convertido en pecado lo que no es pecado, transformando a Cristo en un ser angelical lejísimos de su realidad".
Cristo enamorado
La escritora cita a Divo Barsotti, estudioso de teología mística, quien ha escrito que está convencido de que Cristo estuvo enamorado de Maria Magdalena y que no consideraba ofensivo dicho sentimiento. "Tampoco yo me escandalizo", comenta Zarri, "porque lo que ocurre es que nuestros tabúes sexuales nos han impedido tomar seriamente la sexualidadde Cristo, pero no hay duda de que la tuvo".
Y por lo que se refiere a la escena en la que, en sueños, Cristo imagina una relación de amor con María Magdalena, la teóloga italiana escribe: "Yo no sé si Cristo la amó, aunque me gusta pensar que así fue. Me parece además evidente que María Magdalena había amado a Cristo y que él no rechazó su amor. Baste recordar el gesto de la pecadora, que se desata su cabellera para enjugar los pies de Cristo, un gesto muy vivo y muy bello". Y concluye Zarri: "Mi impresión es que Dios tomó la encarnación más seriamente que nosotros. El escándalo de la encarnación consiste en el hecho de que la eternidad se hizo tiempo, límite, historia: Cristo es un hombre como nosotros, con sus límites, sus condicionamientos y sus sufrimientos, mientras que nosotros hemos silenciado su humanidad empezando por su nacimiento".
Por ahora el Vaticano no ha respondido a la teóloga ni ha roto el silencio sobre la polémica levantada en ambientes democristianos que se oponen a que la película vaya al Festival de Venecia. Al parecer, el Vaticano está esperando prudentemente a ver la película con sus propios ojos.
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