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El oro del 'San José' enturbia el mar Caribe

El rescate de un legendario galeón español se convierte en Colombia en una noticia política

El tesoro del galeon San José, hundido por piratas ingleses frente a las costas de Cartagena de Indias el 8 de junio de 1708, hizo pensar a los colombianos por unos días en algo distinto al inagotable tema de la guerra y la paz. La noticia de que el Gobierno colombiano está a punto de entregar el millonario negocio del rescate del tesoro a un consorcio sueco encabezado por el Banco de Inversiones desató un polvorín. En un debate en el Senado, y a través de la Prensa, se han conocido detalles, para muchos no muy claros, del negocio entre los dos Gobiernos.

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Tesoro de fábula

El contrato no se ha firmado aún, pero el presidente del Banco de Inversiones, Harry Shein, en declaraciones a la Prensa de su país, aseguró que la adjudicación ya está en su poder. Y reveló detalles si todo sale bien, la búsqueda del tesoro se iniciaría en octubre y duraría unos 90 días. El consorcio invertirá inicialmente cuatro millones de dólares (unos 492 millones de pesetas) y, de acuerdo a los resultados esta cifra se aumentará hasta los 15 millones. Todos los riesgos corren a cuenta de los suecos.El rescate tendrá todos los ribetes de un gran espectáculo No podía ser diferente, ya que se trata del naufragio considerado como el más valioso del mundo. Además será el primer rescate que se realice a más de 250 metros de profundidad en el mar.

Los contratos para la filmación de toda la operación sub marina -afirmó también Harry Shein- están listos. Los equipos, también, incluido un escuadrón de buzos, unos hombres que por 3.000 dólares cada hora se someten al peligro de morir reventados como burbujas.

Para concretar el negocio, el presidente del banco sueco visitó en tres ocasiones Colombia Así lo denunció el diario La Prensa, un periódico que nació hace sólo dos días. En una de esas visitas, Shein fue huésped especial del presidente Barco en Cartagena. Los dos, junto a otros funcionarios, sobrevola ron el sitio donde posiblemente reposa el galeón, al borde de un abismo submarino.

Asuntos turbios

Para algunos senadores, la cosas no son tan claras y tan simples como las cuenta el banquero sueco. Y señalan tres puntos oscuros en todo el pro ceso de selección de la entidad que ejecutará este proyecto. Primero: la adjudicación del contrato no fue clara ni las condiciones las más ventajosas para Colombia. Se asegura que se pagaron comisiones a funcionarios del Gobierno y a empresas privadas para beneficiar a Suecia.

Segundo: la empresa Sea Search-Armada, que ubicó en lo profundo del mar, en 1982, el sitio exacto donde posiblemente está el galeón, reclamaría el 50% del tesoro en caso de que resulten ciertos sus datos. En este caso, Colombia se quedaría así sólo con el 25% de lo recuperado, pues el contrato con el banco sueco contempla entregar un 25% de lo rescatado para este país y un 75% para Colombia. Tercero: el Gobierno violaría el estatuto de contratación administrativa al firmar un contrato Gobierno a Gobierno con el consorcio sueco, cuando realmente los ejecutores del plan serían dos empresas privadas.

La obsesión por rescatar el codiciado galeón, que contaba con 60 cañones para defenderse de los piratas, empezó en marzo de 1982. En esa fecha, la compañía Sea Search-Armada confirmó, en un sobre sellado que entregó al Gobierno de entonces, que había ubicado, utilizando satélites, el sitio donde reposaba el más grande de los galeones que efectuaban entonces la ruta de las Indias. Posteriormente los juristas colombianos han afirmado que el objetivo del satélite había violado el espacio aéreo colombiano y que por ello la empresa norteamericana no tenia ningún derecho sobre el tesoro.

Luego de dos expediciones fallidas, los americanos comprobaron, a través de pruebas de vídeo, que el casco que habían hallado muy cerca. de las costas de Cartagena., en el Caribe colombiano, tenía la misma longitud que la del San José.

Un año después se halló un nuevo vestigio: un pedazo de madera rescatado con la ayuda de una pala resultó ser de la misma calidad de la que fue utilizada para construir el galeón, que fue hundido por el comodoro inglés Charles Wager desde su nave Expedition, cuando zarpaba rumbo a España repleto de oro de América. Ese mismo año, en 1983, el presidente Belisario Betancur creó una comisión especial para estudiar todo lo relacionado con esto.

Pero cuando todos pensaban que a comienzos de 1986 sería el rescate del que fuera el buque insignia de la Armada española en las Indias, el asunto pasó inexplicablemente al olvido. Sólo hasta el 27 de julio de este año se comunicó oficialmente el proceso de selección de las entidades gestoras del rescate que se inició hace 12 meses.

El debate está planteado. Esta semana continuará la polémica en el Congreso. Los ministros de Defensa y de Minas deberán aclarar si ha sido o no transparente el proceder del Gobierno.

A pesar de todo, son muchos los colombianos que, al igual que Florentino Ariza, de El amor en los tiempos del cólera, de García Márquez, sueñan con cofres, ollas, alhajas, custodias, cálices, relicarios, castellanos y lingotes de oro; todo lo que el rey Felipe V esperaba para financiar la guerra de secesión de la España de 1706.

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