Becas

Hace apenas un año no creí llegar a escribir una carta como la que escribo ahora, claro que entonces la situación era distinta.Vi el anuncio sobre la convocatoria de becas para el curso 1987-1988 por televisión y pedí el impreso y folleto informativo sobre los requisitos para acceder a una beca de las que se hacía referencia. En vista de cumplir todos aquellos que hacían referencia a mi situación académica y económica, con respecto al número de miembros computables de mi familia, rellené el impreso correspondiente segura de recibir la ayuda.

Cuál no sería mi sorpresa cuando a finales del mes de abril recibo una carta del Ministerio de Educación y Ciencia en la que se me deniega la ayuda. Mi primera reacción fue de incredulidad: "no puede ser", me repetía una y otra vez; cumplo todos los requisitos a los cuales se hacía referencia en el folleto informativo, salvo uno, al cual no se aludía en él, y eran requisitos patrimoniales. Al presentar la consiguiente reclamación expuse mi caso argumentando que no era justo denegar una ayuda por algo que no se había hecho constar en la convocatoria (o al menos en aquella parte de ésta que al MEC le interesó darnos a conocer al publicar ese folleto informativo); la respuesta a mi reclamación fue sencilla: "Bueno, sí, ese folleto no era completo". Así, sin más. Pedí el Boletín Oficial del Estado en el que figuraba la convocatoria, que resultó ser el del 22 de mayo de 1987; en él pude ver o informarme de cuáles eran todos los requisitos.

Este año vuelvo a ver por televisión un anuncio similar al del año pasado, pero en esta ocasión ya sé que no puedo contar con la información que se nos brinda porque es sólo parcial; quizá la otra parte no sea considerada como importante por el MEC. Lo que más me duele es ver que EL PAÍS del pasado 17 de junio informa del dinero destinado a becas para este año (más de 50.000 millones) y de la flexibilización de requisitos económicos y académicos -los cuales me consta que sí han sido así-, pero que tampoco aquí se hace refe

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rencia al tema del patrimonio. ¿Por qué? Escribo esta carta segura de que hay muchos estudiantes en mi misma situación (conozco muchos casos), para hacerme eco del problema y para advertir a otros que no se dejen engañar con esta propaganda ministerial, como me ocurrió a mí y a muchos otros.-