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EL FUTURO DEL COMUNISMO

Gorbachov da vía libre a la represión de protestas en el Cáucaso

Pilar Bonet

El líder soviético, Mijail Gorbachov, apoyado por el Presidium del Soviet Supremo de la URSS, ha dado el visto bueno para reprimir las manifestaciones y protestas masivas en apoyo de Nagorno-Karabaj, consideradas ya como una "provocación" organizada por "enemigos de la perestroika".

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"Tras la llamada cuestión de Karabaj se ocultan enemigos de la perestroika, elementos conservadores y corruptos que llenaron sus monederos en la época del estancamiento", manifestó Gorbachov en un discurso ante el Presidium del Soviet Supremo. El discurso, pronunciado el lunes, comenzó a ser difundido anoche, con más de 24 horas de retraso, por los teletipos de la agencia Tass. Gorbachov, que admitió un agravamiento de la situación en el Cáucaso tras la XIX Conferencia del PCUS, pidió que se hiciera recaer "todo el peso de la ley" contra los "extremistas" que "incitan a los trabajadores".Piotr Demichev, miembro suplente del Politburó y primer vicepresidente del Soviet Supremo de la URSS, explicó ayer en una conferencia de prensa la decisión del alto organismo del Estado de rechazar la resolución secesionista del Consejo Regional de Diputados de Nagorno-Karabaj, así como las pretensiones de unirse a Armenia. Tal resolución no había sido silenciada por la Prensa ayer pese a haberse adoptado un día antes. En opinión de observadores, el retraso podría haber tenido como objeto la preparación de medidas de seguridad especiales de cara a eventuales reacciones de descontento en Armenia y Nagorno-Karabaj.

"En realidad no sabemos nada. Nos parece que algo no ha funcionado bien, pero no tenemos información", decía ayer por la mañana un representante de la agencia armenia Armpress contactado telefónicamente en Eriván desde Moscú. Según éste, la normalidad reinaba en Eriván donde la población no se había dado por enterada de la resolución tomada en Moscú. El Presidium se alineó con la posición de Azerbaiyán al rechazar las pretensiones de Nagorno-Karabaj en nombre del artículo 78 de la Constitución soviética, de acuerdo con el cual el territorio de una república soviética no puede ser cambiado sin su consentimiento. La resolución, que contradice las posturas expresadas en la reunión del Presidium del Soviet Supremo de la URSS por los representantes armenios, fue votada por "unanimidad", incluido el presidente del Presidium del Soviet Supremo de Armenia, Voskanian, según la versión oficial.

República autónoma

La resolución del Presidium prevé el envío a Nagorno-Karabaj de una delegación, todavía no formada, que trabajará conjuntamente con las autoridades azerbaiyanas y armenias con el fin de controlar el cumplimiento de las decisiones adoptadas. Éstas incluyen la creación de una comisión especial dedicada a Nagorno-Karabaj que dependerá del Soviet de las Nacionalidades de la URSS y seguirá estudiando el problema. Según Demichev, la búsqueda de soluciones continuará y la posibilidad de elevar el estatus de Nagorno-Karabaj desde región autónoma a república autónoma no ha sido rechazada. El Fiscal General de la URSS, Aleksandr Sujarev, aseguró que el derecho de autodeterminación previsto en la Constitución soviética no se ha violado en el caso de Nagorno-Karabaj, pero que tal derecho no significa que una región "pueda pedir lo que se le antoje en cualquier momento".

El ministro del Interior de la URSS, A. Vlasov, y Piotr Demichev sugirieron ayer que podrían tomarse represalias económicas contra Nagorno-Karabaj y Armenia de continuar las protestas.VIasov informó también de que en los sucesos del aeropuerto de Eriván, ocupado los días 4 y 5 por manifestantes, habían intervenido unos 3.000 soldados provistos de porras de goma y "sustancias químicas" (aparentemente gases lacrimógenos). VIasov afirmó que el joven, que resultó muerto en los disturbios que siguieron en la capital armenia a la XIX Conferencia del PCUS, fue herido por una bala disparada por un cabo con su arma reglamentaria. El cabo viajaba en un coche que fue atacado por los manifestantes, según dijo VIasov que se apresuró a calificar de "legítima" la intevención del soldado.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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