Más de 2.000 millones cuesta la producción de un filme con "valor ecológico"

Se titulará Leviathan. Saldrá para Navidades y se está rodando sucesivamente en cinco teatros de Cinecittá, en Roma. Se presenta como "una obra de valor ecológico pero también de aventuras, de ficción científica y no poco suspense". Es una de las películas más importantes realizadas en Europa y, por supuesto, la más costosa: 22 millones de dólares (alrededor de 2.400 millones de pesetas).

La originalidad de la película, producida por Luigi y Aurelio De Laurentis, consiste en su dificultad de rodaje, ya que presenta la aventura de unos mineros que trabajan a 3.000 metros de profundidad dentro del mar y, como ha dicho el director George Cosmatos, de 44 años, autor ya de Rambo 2 y de Cobra, es "malditamente difícil filmar dentro del agua".Las escenas dentro del agua ya se están realizando en Cinecittá y las otras, las exteriores, serán rodadas en la isla de Malta y en México. La historia cuenta la aventura de ocho personas entre hombres y mujeres que una multinacional muy cotizada en Wall Street envía a sacar minerales preciosos del fondo del mar escarbando en lo que un día había sido la costra de la tierra. Trabajan en un octágono de acero de gran resistencia, alto como una casa, sustentado en el fondo marino a tres kilómetros bajo la superficie del océano. La ciencia, con su alta tecnología, consigue que estos hombres puedan arrancar del fondo del mar lo que un día parecía imposible. Pero de repente la naturaleza se venga, el equipo se ve atrapado dentro del agua durante tres días pasando momentos dramáticos.

La rebelión de la naturaleza

La historia de Leviathan quiere demostrar, afirman sus realizadores, "cómo la naturaleza se rebela y se defiende cada vez que el mundo de los grandes negocios se halla cara a cara con un terrible experimento de genética y cómo sugiere al hombre la atormentada decisión que debe tomar".Cinco premios Oscar participan en el cast de esta película: Stan Wiston, que consiguió el Oscar por Aliens, y Barry Nolan, que lo ganó por King Kong, se ocupan de los efectos especiales. El británico Nick Allder, supervisor de los efectos especiales mecánicos, consiguió el Oscar también por Alien. Otro Oscar para el responsable de los trucos Zoltan Eleck, que lo consiguió con Mask. A su vez, el decorador Bruno Cesari lo ganó con la última película de Bertolucci, El emperador. Los actores son Peter Weller, que hace de geólogo; Richard Crenna, el médico cínico de la operación; Amanda Pays, británica, una mujer ambiciosa en busca de nuevas experiencias; Daniel Stern, conocido ya en Ana y sus hermanas, de Woody Allen, es uno de los miembros del equipo sediento de alcohol y de mujeres; Ernie Hudson, que desea construirse una casa de sueño bajo el mar; Michael Carmine, quien ve su vida bajo el mar como un modo para después ir a esquiar en Suiza; Lisa Eilbacher, que acaba de rodar Never say die, en Nueva Zelanda, y a la que arrastra la pasión de poder jugar en bolsa desde el fondo del océano. Y, por último, Héctor Elizondo que había teorizado que la vida bajo el agua era mejor que en la tierra. Eso antes de que supiera lo que le iba a pasar. Aunque la aventura al parecer acaba bien, como debe ser en toda película que espera llegar a un gran público, ser espectacular y, por supuesto, hacer taquilla.