Moderados, reformadores, progresistas
Con la misma contudencia con que analiza las diferencias entre los socialistas y los comunistas italianos, Gianni De Michelis explica lo que separa al Partido Socialista Italiano de sus socios en el Gobierno, la Democracia Cristiana (DC): "Nosotros somos un partido laico y reformador, y la DC, aun siendo un partido atípico, representa el ala moderada del país; de lo contrario, Italia sería el único país del mundo sin moderados", dice.P. Pero eso nunca lo aceptará De Mita, por ejemplo.
R. Moderados en el sentido más positivo de la palabra. No es su culpa, pero no podrán negar que gran parte de los votos los recogen del área moderada. Y lo cierto es que la DC tiene también un problema de identidad como el Partido Comunista Italiano aunque con la diferencia de que la Democracia Cristiana nunca perderá tantos votos. Pero tiene ante sí dos salidas: o en pocos años se convierte en un partido explícitamente conservador y moderno o acabará siendo como los partidos campesinos del norte de Europa, que se apellidan de centro, tienen base popular y políticas moderadas. Y eso se va a ver muy pronto con este Gobierno de De Mita. Craxi tuvo que demostrar que era el líder de un socialismo moderno, superando la política de rentas, consiguiendo hacer una cosa difícil de explicar sin perder consensos y obteniendo el resultado. Lo mismo deberá hacer ahora De Mita con el gasto público y con el Sur.
P. Pero mientras usted dice que la política democristiana es moderada y la socialista progresista, lo cierto es que el diálogo con el mundo católico progresista lo protagoniza mejor la Democracia Cristiana, mientras ustedes se acercan más al Movimiento de Comunión y Liberación (CL), que es el más lefebvriano.
R. Yo, por dicho movimiento, no tengo ninguna simpatía. Además, Comunión y Liberación vota en bloque democristiano. No hay que pararse en la espuma de las cosas. Hay que saber ver la ola.
Cohabitación con De Mita
P. ¿Soy indiscreto si le pregunto acerca de su cohabitación con De Mita? ¿Es verdad que usted fue puesto como vicepresidente para marcar al Butragueño democristiano y evitar que meta los menores goles posibles?
R. No, no. La cohabitación con De Mita va bien, aunque es cierto que no durará infinitamente. Se trata de una colaboración leal pero puntillosa al mismo tiempo. No es sólo de buena educación. Queremos que nos traiga buenos frutos.
P. ¿Cómo ve, por fin, a Italia y España frente al reto del 92?
R. Con problemas muy semejantes. Para ambos países amigos, dicha fecha puede ser muy importante o acarrearle un mar de líos. La política de Felipe González con la OTAN y con los sindicatos ha sido muy parecida a la nuestra con los F- 16 y con la política de rentas. Felipe lo hizo para mantener una hegemonía de izquierdas reformadora e impedir que España pueda volver a la derecha.
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