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La alta producción y la humedad marcan a la baja la campaña cerealística

Los precios de los cereales, avanzada ya la recolección en el Sur, mantienen una tendencia moderadamente a la baja, según las cifras manejadas por el Servicio Nacional de Productos Agrarios (Senpa), del Ministerio de Agricultura. La lentitud en la recolección y las circunstancias internacionales, con las materias primas al alza por la sequía en Estados Unidos, parece que están influyendo en este comportamiento de los mercados, y especialmente en el del trigo.

Durante las últimas semanas, se ha producido una ligera reducción en los precios del trigo panificable hasta situarse en origen en torno a las 27 pesetas. Los trigos de calidad tienen una mejor salida en el mercado, con posibilidades de exportación hacia el resto de la comunidad. Las lluvias han deteriorado bastante estas producciones aunque se esperan unos resultados aceptables. El maiz mantiene una posición fuerte. Los precios en origen alcanzan una media cercana a las 30 pesetas, consecuencia de la falta de oferta y la subida de los mercados exteriores.La peor en el comportamiento de las cotizaciones ha correspondido a la cebada. Frente a las 26,50 pesetas que se llegaron a pagar en origen a finales de mayo ante la falta de existencias, los precios han experimentado una caída sensible para colocarse en una media de 23 pesetas en Andalucía. Esta cotización no es sin embargo muy significativa si se tiene en cuenta el escaso peso del sur en este cultivo. En la comunidad de Castilla-La Mancha los precios en Ciudad Real se situaban ligeramente por encima de las 21 pesetas y se teme la entrada en recolección de zonas de gran producción corno el Duero.

Condiciones climatológicas

Los precios de la cebada, al igual que otros cereales como el trigo, van a tener este año más relación que otras campañas con las condiciones climatológicas. El exceso de humedad y la situación de los campos está dando lugar a que, parte de la producción no se recoja en las mejores condiciones para su intervención o venta directa a un operador, lo. que obligará a un mercado a la baja.El sector agrario no cuenta con los almacenamientos suficientes en buenas condiciones para acoger este producto, y la oferta de alquiler hecha por el Senpa a los agricultores requiere la presentación de una mercancía en condiciones normales de calidad y, sobre todo, de humedad. Por este motivo se teme que los precios de la cebada se puedan venir abajo si no funciona en el sector una política de almacenamientos o mejoran las condiciones climatológicas. Cabe recordar que, aunque el precio oficial de intervención para la cebada es de 24,85 pesetas, el de compra, el que realmente paga el Senpa es de 23,36 pesetas, cantidad a la que se debe reducir el pago a más de 90 días.

La campaña anterior, con una cosecha importante de 9,6 toneladas de cebada, cifra muy superior al consumo, España solicitó medidas especiales para la exportación en los primeros meses de campaña. Las ventas al exterior no se produjeron hasta noviembre. Este año, con una estimación oficial de 11,2 millones de toneladas, aunque se corrija a la baja, la Administración no ha planteado esta posibilidad en Bruselas para aligerar el mercado.

En el sector, se considera que existe un cierto sonrojo en medios oficiales ante lo sucedido hace un año. No es lógico, parece entendieron en las instancias comunitarias, que se urjan medidas a la exportación porque sobra cebada en junio y que luego los precios se disparen en abril y mayo de este año.

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