Resistencias al plan reformista de Gorbachov

El régimen presidencialista propuesto por Mijail Gorbachov, que concentraría en una misma persona la dirección del Estado y la del partido comunista, ha encontrado fuertes resistencias entre algunos delegados de la 19º Conferencia del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), que celebró ayer su segunda sesión a puerta cerrada. Hubo, según filtraciones de la reunión, una animada polémica sobre la glasnost (transparencia informativa) y la duración de los mandatos presidenciales. Los reacciones a los cambios estructurales esbozados por el secretario general no se hicieron esperar en el Palacio de Congresos del Kremlin. "Esta propuesta es inaceptable. De esto hablaron algunos de los delegados que intervinieron en los debates del informe" decía el martes en un canal de televisión V. Shostakovski, delegado en la conferencia y rector de la Escuela Superior del PCUS.

"Tengan en cuenta que Gorbachov ha hecho una propuesta de discusión", afirmaba Shostakovski. "Creo que durante el debate de esta propuesta por los delegados se encontrará una solución óptima", añadió. Según el esquema desarrollado por Gorbachov, el presidente del Soviet Supremo tendría amplias competencias, como dirigir la preparación de leyes y los programas socioeconómicos, dirigir la política exterior, la defensa, la seguridad y la designación de candidato al puesto de primer ministro.El líder soviético enumeró cuatro posiciones en tomo a la concentración de poderes. Hay quien lo ve como un retorno a la política existente en tiempos de Lenin y quien cree que va en contra del Estado de derecho, dijo. Gorbachov no entró en detalles sobre lo que ocurriría si el secretario general del PCUS fuera rechazado por el Congreso de los Diputados Populares, un nuevo organismo de 2.250 miembros que elegiría al Soviet Supremo y al presidente.

La estructura presidencialista a nivel local se reflejaría en la concentración de funciones de jefe de la organización del partido y presidente del soviet local (órganos electos encargados de las decisiones prácticas) en la misma persona. Si el jefe del partido no es elegido jefe del soviet, "entonces los comunistas deben sacar sus conclusiones de esto", dijo Gorbachov, que no señaló si estas conclusiones serían válidas en la jerarquía del poder en caso ole que el secretario general no sea elegido presidente.

El informe de Gorbachov equilibra posiciones entre conservadores y radicales en fórmulas de compromiso, deja muchos ,cabos sueltos en la concepción del cambio de la estructura del poder y no detalla las características del trabajo en el Politburó, máximo órgano de poder del PCUS, ni sobre sus funciones futuras. El prestigioso economista Leonid Abalkin, director del Instituto de Economía de la Academia de Ciencias de la URSS, fue uno de los oradores que criticaron la propuesta de Gorbachov. La concentración de funciones "suscita serias dudas; resulta que hay que elegir al presidente con un solo candidato y no entre varios, ya que sólo hay un primer secretario. Esta innovación difícilmente se inserta en la concepción de división de funciones entre los órganos del partido y los de los soviets", señaló Abalkin.

Hasta ayer, sólo fragmentos y resúmenes de las intervenciones, dados por televisión, radio y la agencia Tass, eran accesibles a la Prensa internacional, que opera y puede encontrarse con los delegados en locales situados fuera del recinto del Kremlin. Pero han sido numerosas las filtraciones sobre lo tratado en la reunión.

Stalin y Breznev

En la sesión de ayer, el jefe del Instituto de EE UU y Canadá, Georgui Arbatov, intervino para señalar que era partidario de que hubiese más glasnost (transparencia informativa), y se mostró partidario de que los mandatos presidenciales se redujeran a dos. Si Stalin hubiera dejado el poder en 1934, dijo, no hubiera habido la represión de los años treinta. Si Breznev hubiera dejado su puesto después de 10 años, no hubiéramos tenido estancamiento, agregó. Arbatov insistió en que la gente está a favor de un tercer plazo, porque piensa en Gorbachov como líder para ese período. Pero lo que debemos crear es una norma para todos, concluyó.Por su parte, el actor Mijail Ulianov preguntó a Gorbachov qué entendía por glasnost: ¿avanzar aunque se cometan equivocaciones, o poner límites para que no haya ninguna equivocación? El máximo líder soviético respondió que estaba a favor de la glasnost, pero se quejó de que algunos hablan demasiado. "Hay peligro", dijo, "de que en los periódicos aparezca otro monopolio que dé lugar a la expresión de un solo punto de vista". Ulianov atacó luego a Nina Andreieva, la profesora de química de Leningrado autora del manifiesto conservador. Gorbachov señaló: "Nina Andreieva nos ha mandado otra carta en la que repite su posición". Y prometió contar el tema más adelante.

La posibilidad de renovar una o dos veces los mandatos de los dirigentes, de cinco años, fue otro de los puntos del debate que ayer presidía Lev Zaikov, miembro del Politburó.

Georgi Razumovski, secretario del Comité Central, intervino ayer como jefe de la Comisión de Actas, uno de los organismos encargados de las tareas técnicas de la conferencia.

Entre los 5.000 delegados hay, según Razumovski, 43 trabajadores de prensa, 436 científicos e intelectuales, 354 directores de industrias y 627 secretarios de partido de distintas organizaciones, desde distritos a repúblicas. Los obreros están representados por 1.632 delegados, y los trabajadores agrícolas, por 866.