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Reportaje:ITALIA Y LOS AVIONES DE TORREJÓN

Bienvenido,"mister F-16"

Los habitantes de Crotone se preguntan por qué España no quiere los cazabombarderos

Juan Arias

Crotone es una pequeña ciudad italiana de 70.000 habitantes, en la región de Calabria, bañada por las aguas cristalinas y ricas en pesca del mar Jónico, en el golfo de. Tarento. Es aquí, en la segunda ciudad italiana después de Verona en tráfico de drogas, donde serán reinstalados los 72 cazabombarderos F-16 que España ha decidido devolver a Estados Unidos. Basta detenerse unos instantes en la plaza de la Resistencia, cuajada siempre de jóvenes desocupados, para ver con los propios ojos cómo los sobrecitos de polvo blanco pasan de mano en mano. Los drogadictos controlados son aproximadamente 3.000. La ciudad aún no ha conseguido la categoría de provincia, quizá porque hasta ahora ha sido considerada como la Leningrado del Sur, una especie de isla roja con mayoría comunista, algo inédito en Calabria, donde desde siempre reinan imperturbables los inoxidables democristianos.

Según datos policiales, se registran a diario 70 robos y atracos. El capitán de carabineros confiesa a EL PAÍS que desea abandonar cuanto antes el lugar. Al parecer, no son tanto las amenazas, los atentados contra su propia casa, lo que le pesa, sino el que todos sus esfuerzos por atrapar a los culpables son baldíos porque, pocos días después, los delincuentes acaban en libertad.Hubo una vez en que la ciudad estaba más vigilada, bajo la protección del gran capo de la Mafia Luigi Brenna, 14 veces casado, padre de 40 hijos, que a sus 83 años acaba de ser puesto en libertad después de 12 años de cárcel, a pesar de que estaba condenado a cadena perpetua. Acabado el imperio de Don Luigi, la gran Mafia se ha pulverizado en docenas de cap¡ menores incapaces de controlar con puño firme la ciudad.

Cuando se aterriza en el aeropuerto más cercano a Crotone, en el centro turístico de Lamezie Terme, a 100 kilómetros, la primera impresión es desoladora. El aeropuerto es un basurero y uno no sabe dónde pisar. Un cartel escrito a mano pide perdón a los pasajeros, porque "hace tres meses", dicen los trabajadores, "que no nos pagan".

"País denuclearizado"

Se toma la carretera hacia Cro tone y lo primero que se lee a borde de la misma, con sarcas mo, es "Calabria, país desnuclea rizado". De hecho, lo será por poco tiempo, porque ya todo está en marcha para la instalación d los cazabombarderos de Torre jón. Aunque el secretario de la Democracia Cristiana de Croto ne, Rosario Bevilacqua, confiesa a este diario su sueño: "Espero que los americanos nos reconstruyan el viejo aeropuerto aban donado; que edifiquen las casas para los 8.000 trabajadores que vendrán, y que después, en los próximos tres años, la política mundial haga inútil la llegada de los F-16. Así saldremos ganando, quedándonos con las estructuras nuevas y un aeropuerto:Pero la impresión que se saca hablando con chicos y grandes, en la calle, en los palacios eclesiásticos, en las secretarías de los partidos y en las tiendas de comestibles es que la gente, en su mayoría, está ya resignada a lo peor. Se han agarrado al ancestral sentido de fatalismo de origen griego de este pueblo; saben que los dados ya están echados y lo único que desean es poder sacar la mayor tajada posible.

Aunque a todos les escuece una cosa. Si es verdad, se preguntan, que los F-16 son una ganga para Calabria -como intentan demostrar los políticos-, ¿por qué se los dejan entonces escapar los españoles, que de tontos no tienen nada?

Es la primera pregunta que ha hecho a este corresponsal el arzobispo de la ciudad y presidente de la Conferencia Episcopal de Calabria, Giuseppe Agostino, quien está convencido deque, más que por "motivos de peligrosidad", los españoles se liberan de la base de norteamericana de Torrejón "por razones simplemente políticas".

Y el abogado Roberto Mancuso, actual presidente del Consorcio de Aeropuertos, va más lejos. Nos pone en la mano un teléfono y nos pide que, por favor, llamemos a la redacción del diario en Madrid para que le expliquen con claridad las ventajas y desventajas que los ciudadanos de Torrejón ven en la presencia de los F-16, porque, explica, los políticos "se hacen los remolones y no quieren ir a Madrid a informarse en persona". Hasta el punto de que tras explicar a nuestro interlocutor que la mayoría de las construcciones de Torrejón son prefabricadas, que el ruido que producen los F-16 es infernal, lo poco o nada que gastan los norteamericanos en Torrejón, piden una y otra vez que se lo contemos todo en televisión a la gente.En las casas, las familias están divididas. Generalmente, los padres tienen la esperanza de que, por lo menos, los americanos "traigan trabajo". La situación es tan trágica en este aspecto en Crotone -y en toda Calabria, dicen en la sede del partido comunista-, que con tal de poder obtener un puesto de trabajo estarían dispuestos "a que vengan no ya los F-16, sino Satanás en persona".

Las madres son más prudentes. Temen que la nueva base americana acreciente el peligro de guerra en la zona. Temen que crezcan la prostitución y la droga, aunque el arzobispo, consultado sobre este aspecto, respondió: "Yo-no querría, sin embargo, ser moralista. Nosotros no necesitamos de los americanos para que nos traigan droga y prostitución, porque ya las tenernos". A él le interesa más la posibilidad de hacer una "labor pastoral ecuménica" con los 8.000 norteamericanos que llegarán a la base,muchos de los cuales serán protestantes.

El dueño de la mejor heladería de la ciudad, Michele Cortese, que afirma con orgullo que sus helados están hechos "con huevos de verdad y no con polvos", es de los pocos que responde con un sonoro 'no' a la pregunta de EL PAIS de si está de acuerdo con la llegada de los F-16 de Torrejón. Y explica así su negativa: "Nuestro pueblo ya se ha degenerado bastante con tantas invasiones; ahora sólo nos falta que nuestra raza se mezcle también con los nortearnericanos".

Cerca de Moscú

El periodista Giovanni Castelliti, corresponsal en Crotone de La Gazzena del Sur y de la agencia italiana Ansa, dice con resignada filosofila: "Hace tiempo que ya estaba todo decidido. Baste pensar que delante del aeropuerto, hace cuatro años, instalaron laestación de radar más importante de la región. Los F-16 tenían que estar aquí, porque estamos más cerca de Moscú. Esa es la pura verdad. Todo lo demás es querer engañarse".En esta ciudad, corazón de la Magna Grecia, cargada de historia, donde si escarbas con la mano salen a relucir vestigios de cuatro siglos antes de Cristo, se vive ahora una situacion de profundo desequilibrio social. "Lo cierto es que Calabria es una verdadera reserva india de la que han decidido apoderarse los americanos", dicen a EL PAIS en la sede del partido comunista. En esta tierra, explican, ha fallado la química ha sido un desastre el centro siderúrgico de Gloia Tauro, una inútil catedral en el desierto, que ha servido tan sólo para destruir la agricultura, mientras que el desempleo está alcanzando el 30%.

Clientelismo fácil

La única política que gusta a esta gente -a la que la Democracia Cristiana, dicen los comunistas, ha mantenido en la ignorancia y la miseria para poder explotarla después comprándoles los votos- es la del "clientelismo fáci,I". "Piense", confian a este corresponsal, "que en unas elecciones un democristiano gritaba: 'Si vienen los comunistas os obligarán a trabajar'. ¿Pero es que no es el desempleo la llaga de la ciudad?". Y añaden: "Sin embargo,porque acostumbrados como están estas gentes a recibir favores sin trabajar, sólo a cambio del voto, cuando se les presenta una política social justa y se les pide que se ganen el pan que reciben, dicen que eso no es justo. Y es que estaban mal acostumbrados".

Y en esa misma lógica, de recibir las cosas como un regalo, o una bendición, o una lotería, o una fatalidad, se preparan todos a aceptar, también acríticamente, los F-16. Cada uno intenta sacar algo de ellos. Esperan los políticos que, como contrapartida, el Gobierno de Roma conceda a la ciudad la bula de ser por fin provincia. Esperan que la llegada de los americanos y de sus familias a una ciudad bañada por un mar envidiable pueda servir para multiplicar el turismo de Estados Unidos, que "trae dólares".

De ahí el que todos los esfuerzos de los comunistas -que acaban de perder las elecciones municipales a favor de los democristianos, que, después de 40 años se han convertido en el partido de mayoría relativa de la ciudad-, de los verdes, de los demoproletarlos y de las asociaciones católicas progresistas estén resultando inútiles. Lo prueba, mejor que ninguna otra cosa, la manifestación organizada días atrás en el abandonado aeropuerto, donde surgirá la nueva base americana, cargándose un precioso olivar de siglos, que no consiguiera movilizar a más de doscientas personas, "comprendidos los policías".

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