Ambigua respuesta del Papa a Stroessner al dejar Paraguay

El viaje de Juan Pablo II a Paraguay concluyó en el aeropuerto de Asunción a las once de la noche del miércoles (cinco de la mañana de ayer, hora peninsular española) con una ceremonia en la que el general Agredo Stroessner pronunció un tercer discurso apologético de su régimen y tuvo una ambigua respuesta papal, que se presta incluso a ser interpretada como favorable a la dictadura paraguaya.

JOSÉ COMAS ENVIADO ESPECIAL, La despedida del Papa fue una reedición de la llegada. La diferencia fue que la noche del miércoles el buen tiempo había retomado a Asunción, como si el clima quisiese poner una nota de armonía en el acto final. El presidente Stroessner, de 75 años no dejó pasar su tercera oportunidad de anunciar urbi et orbi las excelencias de su régimen.Como en el aeropuerto, en la ceremonia pasada por agua del día de la Regada, y después en el palacio presidencial, Stroessner destacó: "Para esta visita nos honramos en brindar el marco de nuestra paz, de nuestra normalidad institucional y del optimismo con que la nación labra su felicidad en firme y cotidiano afán de progreso".

Después, Stroessner se es forzó en demostrar la coincidencia de su régimen con la doctrina pontificia, cuando dijo "Sumo Pontífice, en vuestra magistral encíclica Sollisitudo Rei Socialis se relata que hay que conseguir el desarrollo en la paz. Es lo que hacemos en nuestra patria: en paz impulsamos el desarrollo para bien de la dignidad del hombre y para avance de la justicia social. Somos una sociedad pluralista y democrática, con un pueblo cristiano, patriota y homogéneo, con una juventud sana y, como anticipamos al Papa, mostramos nuestro ambiente de tranquilidad, de trabajo sin violencia, sin terrorismo, nuestra realidad fecunda de concordia y libertad dentro del Estado de derecho".

En su respuesta a Stroessner, el Papa, que ese mismo día había cumplido 68 años, saludó "en primer lugar al señor presidente de la República [Stroessner] a quien agradezco además las amables palabras que me ha dirigido. Igualmente a todas las autoridades de la nación, por las muchas atenciones que han tenido para conmigo. Que el Señor premie los esfuerzos que realizan para asegurar a su patria un porvenir de paz, justicia y libertad".

Otro pasaje del discurso final del Papa se presta a interpretaciones, que podrían servir a la propaganda del régimen de Stroessner para su autolegitimación. Dijo el Papa: "La esperanza verdadera os viene del Evangelio. No la busquéis por tanto en ideologías que dividen y que son extrañas a la idiosincrasia y mejores tradiciones de vuestro pueblo".