García Vargas teme que los daños físicos por alcohol y tabaco desborden la asistencia sanitaria

El ministro de Sanidad y Consumo, Julián García Vargas, anunció ayer ante la correspondiente comisión del Senado que si los españoles no reducen el consumo de tabaco y alcohol de aquí a 10 años la asistencia sanitaria, "por mucho que se mejore", se verá incapaz de atender a todas las personas que sufran daños físicos por estos productos.El ministro, amén de recordar las medidas ya emprendidas, anunció su deseo de pactar restricciones en la publicidad de bebidas alcohólicas y de introducir una asignatura escolar sobre hábitos preventivos. Actualmente, más de 8.000 españoles mueren anualmente por cirrosis hepática y otros 360 por psicosis y síndrome de abstinencia.

En Europa el alcohol causa casi el 30% los ingresos en hospitales, la mayoría de admisiones en psiquiátricos y de cirrosis hepáticas, buena parte de los tumores de hígado, esófago, laringe y faringe, y está presente en casi el 40% de los accidentes mortales de tráfico.

Según García Vargas el consumo de alcohol en España, aunque estabilizado en una alta cota -segundo país europeo, en ingestión por individuo-, crece preocupantemente entre los más jóvenes. El 80% de los alumnos de EGB confiesa haber bebido alcohol, un 19% se ha emborrachado y un 8% de los alumnos de octavo -13 o 14 años-, fuma habitual o esporádicamente.

Resaltó que el tabaco provoca el 13% de las muertes en España: un 50% por enfermedades cardiovasculares, 33% por cáncer y un 20% por afecciones pulmonares destructivas. García Vargas citó acuerdos con los colegios de médicos y enfermería para promover que este colectivo reduzca su consumo de tabaco, diez puntos por encima de la media general (41%).

Fumar en los hospitales

García Vargas abogó más por convencer que por prohibir. "Desde hace 13 años está prohibido fumar en las aulas y se fuma; desde hace 15 está prohibido en los hospitales, y se fuma".Los senadores de la oposición coincidieron en que deben prevenirse estos hábitos desde la infancia y censuraron el retraso en este terreno. Otro punto común fue la conveniencia de que médicos y maestros, por su papel ejemplarizador, fumen menos. Nicente Mateos, de Coalición Popular, arguyó que ambas profesiones fuman, más porque están más estresadas por sus problemas laborales.