Desaparece Robert Heinlein, uno de los patriarcas de la ficción científica
Robert A. Heinlein, nacido en 1907, uno de los cultivadores más populares de la ficción científica y al mismo tiempo uno de sus patriarcas más representativos, falleció el domingo en su residencia de Carmel (California). Es dudoso que su muerte haya representado una tragedia para nadie: Heinlein había vivido una vida plena y productiva cuyo fin no podía retrasarse mucho. Sin embargo, para los aficionados al género marca el final de una época, o mejor dicho, el final de la época, de la ficción científica clásica.La desaparición de Heinlein implica la desaparición de la ficción científica de los años cuarenta y cincuenta -optimista en cuanto al destino del hombre, confiada en la supremacía del intelecto-, cuyo éxito y difusión se han mantenido más alla de las circunstancias que la motivaron, haciendo de la ficción científica el género popular que es hoy.
Heinlein publicó su primer relato en 1939, y en aquel entonces (si olvidarnos por un momento a los ilustres cultivadores europeos como H. G. Welles u Olaf Stapledon) la ficción científica se reducía a un puñado de locos visionarios que soñaban con un universo sin fronteras a través de unas pocas revistas de mala calidad. En 1939 aparecieron también los primeros relatos de Asimov, Sturgeton y Bester (los dos últimos ya fallecidos).
Los autores anteriores constituyen para muchos las figuras de mayor peso en lo que se ha llegado a conocer como la Edad de Oro de la Ciencia Ficción, y que coincide con la entrada de John W. Campbell como director de la mítica Astounding Science Fiction. Heinlein publicó su primer relato (La línea de la vida) en la revista de Campbell y se convirtió en la figura de la misma.
'Tropas del espacio'
El tipo de virtudes literarias de Heinlein es bastante común a los escritores de su generación: muestra un estilo sencillo y directo pero al mismo tiempo un dominio absoluto de la trama, la planificación y los diálogos. Su producción temprana son relatos esencialmente de acción y marcado realismo en los que el contenido ideológico está hábilmente dosificado y juega un papel tan importante como la propia trama de aventuras. Y es precisamente en el terreno ideológico en el que Heinlein dio pie a grandes polénucas, debido a lo reaccionario de algunas de sus posturas políticas; hubo sangrientas disputas en torno a su célebre Tropas del espacio.En dicha novela -una de las pocas incursiones sobre el tema del servicio militar en el génerosólo tienen derecho a voto los ciudadanos que han cumplido con la patria. La acusación más habitual que ha recibido es la de fascismo, dado que muchas de sus obras defienden la necesidad de personajes autoritarios en situaciones de crisis. Y sin embargo, lo que Heinlein promulga es el self made man americano y su ideología responde a pautas liberales en muchos aspectos.
Su obra más célebre es Forastero en tierra extraña, que durante los años 60 fue un libro de culto en los campus universitarios.
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