El Papa inicia una visita de cinco días a Bolivia, el país más pobre de Suramérica
, Tras haber dejado la tierra laica de Uruguay al grito de "la auténtica felicidad sólo se logra estando cerca de Dios", Juan Pablo II negó anoche (horario español) a Bolivia, el país más pobre de Suramérica, aterrizando en el aeropuerto El Alto, de La Paz, a 4.200 metros sobre el nivel del mar, frente a los montes Illimani, con casi 7.000 metros de altura. De este viaje de Karol Wojtyla por América Latina, la parte central del programa está dedicada a Bolivia, donde estará cinco días.
El Papa ha llegado en un momento de gran tensión social, mientras estaban en huelga de hambre 10.000 trabajadores y universitarios que la han aplazado sólo gracias a una mediación de la Iglesia, que ha asegurado a los bolivianos que el Papa va a conocer en profundidad los problemas sociales y económicos de este país. La huelga fue aplazada, sin embargo, por el voto favorable de 20 organizaciones y con la oposición de otras 10. Cumpliendo su palabra, el Episcopado ha dado a conocer a la Prensa un duro documento de denuncia que forma parte del material preparado para Juan Pablo II, en el que se afirma que Bolivia "atraviesa actualmente la crisis más grave de su historia". Y añade: "Las instituciones, los poderes y los valores morales del pueblo han entrado en profundo conflicto al agudizarse gravemente la crisis económica, social y política".Según los obispos, "nunca en la historia de Bolivia el salario básico oficial había estado tan alejado del costo de la vida real". El documento de los obispos no se limita a denuncias genéricas, sino que da cifras concretas: la media de vida actual de los bolivianos es de 47 años, la mortalidad infantil, del 213 por mil, y el analfabetismo, del 50%. A pesar de que la tasa general de natalidad es de seis hijos por mujer, acaba equiparándose con la mortalidad, que ha alcanzado, sobre todo en jóvenes y niños, el 17 por mil del total de los muertos en Bolivia; el 40% son niños menores de dos años. De cada 100 defunciones, 69 son de adolescentes menores de 15 años. De cada cinco niños que nacen, uno muere antes de cumplir los cinco años. Por último, la mitad de los niños que hoy nacen en este país mueren antes de cumplir los 10 años.
Según la Conferencia Episcopal, una familia de seis personas necesita para sobrevivir 425 pesos bolivianos mensuales, mientras que el salario de los trabajadores oscila en este momento entre 80 y 150.
Para poder reducir la inflación del 1000% del pasado al 18% actual, el Gobiemo ha tenido que tomar medidas muy drásticas contra el empleo, sobre todo de los mineros, que ha dejado en paro globalmente a 456.980 personas de los seis millones de habitantes del país.
Huelga de hambre
Las organizaciones sindicales que habían proclamado que la huelga de hambre duraba 12 días -durante la cual muchos se han enfermado gravemente- han negado que se opusieran a la visita del Papa, ya que la consideraban importante para que conociera la realidad dramática de este país.
Ahora esperan que la visita tenga efectos concretos. De lo contrario, tras la visita de Juan Pablo II, los trabajadores y estudiantes volverán a.la huelga. Ayer, sin embargo, lo primero que pudo ver el Papa a su llegada a La Paz fue una ciudad con la cara lavada, como escribían los diarios locales, ya que se había dado orden de pintar de blanco todas las fachadas de la ciudad como símbolo de la limpieza interior.
El Papa no pudo ver una pintada que figuraba los días atrás en los muros de la Universidad que decía: "Ni curas bondadosos, ni papas milagrosos. El pueblo tiene hambre, el pueblo quiere paz". Bolivia es terra de magia y de misterio, de nieves eternas y selvas impenetrables, en parte aún inexploradas, tierra de jaguares y caimanes, de anacondas y pirañas, de árboles gigantescos y cañaverales de 15 metros de altura. Pero, sobre todo, tierra de antiguas revoluciones y guerrillas, de los mil golpes de Estado, y también tierra en que murió el Che Guevara, y de Jaime Mendoza Amón, el pintor que atentó en Manila contra Pablo VI. Juan Pablo II se va a jugar, en bien o en mal, una buena parte de su imagen.
En Uruguay, el Papa dejó bien claro que quiere que sean los católicos quienes tomen las riendas de un nuevo proceso que cree una "civilización del amor", como él la ha llamado, en la que se conjugue justicia social, solidaridad humana y fe cristiana. Juan Pablo II le dijo al presidente Julio María Sanguinetti que la Iglesia deberá ser "el alma de la sociedad uruguaya".
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