Congelación salarial, por ley
Noruega está pasando por una crisis económica derivada en gran parte de la caída de los precios del petróleo y del dólar. El año 1987 acabó con un 8,55,0 de aumento de los precios al consumo. El déficit del comercio exterior ha aumentado. Sin embargo, se sigue dando casi el pleno empleo -2% de paro- y el superávit en el presupuesto estatal.
Pregunta. ¿Cómo ve usted la situación económica?
Respuesta. Tenemos problemas, como sabe. Pero no son insuperables, y creo que estamos en la buena dirección para superar la diferencia entre nuestra producción y nuestro consumo. El hecho de que la balanza comercial sea negativa se debe a la caída del precio del petróleo, pero también a la falta de competitividad en la economía no petrolera noruega.
P. Van ustedes a aprobar una ley que prohíbe la subida de salarios, tanto en el sector público como en el privado. Es algo poco habitual, una ley de este tipo, en Europa.
R. Es parte del proceso de intentar acercar la realidad de lo que producimos a lo que usamos y asegurar una distribución justa.
Es parte del proceso de estabilización económica de Noruega, y es un gran logro político el haber sido capaces de obtener una mayoría para esta importante medida económica. Es una medida que hemos negociado entre patronos, empleados y Gobierno, junto con algunas reformas sociales que la acompañan.
P. ¿Cree que tiene espacio para maniobra en política económica, o cualquier otro Gobierno haría lo mismo que usted? ¿Se tiende a ir al centro?
R. No creo que sea verdad. Tenemos que diferenciar la realidad de un equilibrio económico en una economía internacional, y la manera de distribuir la riqueza y las reformas sociales. Eso no es idéntico entre Gobiernos conservadores y socialdemócratas. Este acuerdo negociado tiene una dimensión social, en beneficio de los que tienen ingresos más bajos y medios. Eso no hubiera ocurrido en este país con otro Gobierno.
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