Maniobras en las Malvinas

En el asunto de las islas Malvinas, el Reino Unido se está comportando con una arrogancia digna de las juntas que antaño gobernaban Argentina. En 1982, la primera ministra, Margaret Thatcher, castigó con enorme coste una incompetente Junta Militar que intentó apoderarse por la fuerza de las islas. Argentina echó a la Junta Militar y eligió al presidente Raúl Alfonsín, que se había opuesto a la guerra.Pero Thatcher desprecia toda discusión con Buenos Aires acerca del futuro de las islas y ahora su Gobierno ha encendido inútilmente las pasiones con la realización de unas maniobras militares para la expedición rápida de refuerzos, que los indignados argentinos consideran como una demostración de fuerza.

Thatcher recordaba a Churchill en su postura desafiante cuando se produjo la invasión de los argentinos, pero le faltó la magnanimidad que el político mostró en la victoria. Se ha negado a toda negociación con Buenos Aires mientras Argentina plantee la cuestión de qué bandera ondearía sobre las disputadas islas. Para los argentinos, esto equivale a abandonar sus reclamaciones históricas en pago de conversaciones sobre asuntos como conexiones aéreas y vínculos económicos.

En 1977, cuando Argentina estaba bajo una Junta Militar, el Reino Unido accedió a negociar las futuras relaciones políticas respecto de las islas Malvinas, incluida la soberanía.

8 de abril