700 obras de la colección Thyssen se instalarán en Madrid durante al menos 10 años

El acuerdo entre el barón Heinrich Thyssen y el Estado para la instalación en España de unos 700 cuadros de la colección de arte del barón, por un período de al menos 10 años, será firmado el jueves día 7 a la una de la tarde, en el palacio de Villahermosa de Madrid, futura sede española de la Thyssen, según anunció ayer el Ministerio de Cultura. Con 1.200 obras, se trata de la colección privada de arte más importante del mundo, evaluada en unos 111.000 millones de pesetas. Este acuerdo fue alcanzado después de intensas conversaciones para "perfilar detalles", según fuentes próximas a la negociación, que se prolongaron el lunes hasta la medianoche y ayer. Los cuadros vendrán a España en año y medio.

Según fuentes cercanas a la negociación, el de ayer ha sido un acuerdo de bases" y aún habrá que desarrollarlo con los barones, que llegaron ayer a Barcelona para la inauguración de una exposición con sus cuadros de maestros americanos. Thyssen confirmó el acuerdo con Cultura.El acuerdo de bases prevé la creación de una fundación presidida por Thyssen, con representación española; esta fundación, con capital público, se acogerá al derecho privado, siguiendo los precedentes de las fundaciones Cerralbo o Vega Inclán, y funcionará "teniendo en cuenta la cuenta. de resultados, con criterios de empresa privada".

Las fuentes no precisaron si existen contraprestaciones económicas. Dijeron que el acuerdo "no está lejos, ni es mucho más amplio que la oferta realizada por el barón" el pasado 16 de marzo. "Los cuadros, por supuesto, vendrán a España" dijeron. La lista de las obras será facilitada el jueves.

Aunque la cesión de la colección es por un mínimo de diez años, España desea que se alargue sine die, y éste, según las fuentes, es también el deseo del barón. Los negociadores de Thyssen han hablado de cesión de la posesión, no de la propiedad.

La colección Thyssen está compuesta por unos 1.200 cuadros que hasta el momento nunca se han exhibido conjuntamente, pues en la sede principal de la colección, la residencia de Villa Favorita, en Lugano (Suiza), sólo se pueden exhibir 300 cuadros al tiempo.

El deseo de ver al menos los mejores cuadros de su colección reunidos ha sido el principal móvil del barón, que en estos días cumple 67 años, para decidir trasladarlos a un lugar más idóneo. El palacio de Villahermosa, frente al museo del Prado en Madrid, tiene los 5.000 metros cuadrados requeridos para la exhibición de los 700 cuadros más importantes de la colección.El palacio de Villahermosa ofrece también la ventaja de que con toda seguridad será más visitado que la Villa Favorita, cuyas salas permanecen abiertas sólo unos meses al año; en las últimas temporadas, la cifra anual de visitantes de Villa Favorita ha sido de unos 300.000. El museo del Prado recibe una media diaria de 3.500.

El barón Thyssen propuso al Gobierno español la instalación de su colección en España el pasado 16 de marzo, después de que el 15, en declaraciones a este periódico en Londres, hubiese informado de que, según decisión adoptada por el patronato de la fundación Thyssen, la instalación de la colección no sería definitiva.

El acuerdo alcanzado entre España y el barón rompe -al menos durante diez años- las expectativas de otros países y fundaciones. Aparte de otras propuestas menos importantes, durante el año en el que el barón pensó en una instalación definitiva de sus cuadros pujaron por ellos las ciudades de Bonn y Stuttgart, apoyadas por gestiones del canciller Helmut Kohl, y la poderosa Fundación Getty, de California, además de la propia ciudad de Lugano, muy interesada en no perder el reclamo turístico de la colección.

Cuadros 'europeos'

Mientras se pensé en una instalación definitiva, las ofertas alemana y española incluían el pago de unos 19.000 millones de pesetas a modo de compensación a los herederos, en tanto que, según informaciones sin confirmar, la fundación Getty ofrecía una cifra muy superior. Según fuentes próximas a la familia Thyssen, el barón considera que la suya es una colección europea.

Las negociaciones con España se centraron, además de la exigencia de que se mantuvieran unidos, en la necesidad de que disfrutaran de la misma "vocación internacional" según las fuentes, que han tenido hasta ahora; es decir, que pudieran ser prestados con toda facilidad, práctica que ha seguido Thyssen.

Aunque las negociaciones se han mantenido con gran secreto, existen indicios de que la voluntad del barón de encontrar una instalación definitiva se torció por la oposición de sus herederos. Las fuentes dijeron no conocer ninguna oposición.

Según ha reconocido el propio Thyssen, su esposa, Carmen Cervera, catalana de 45 años, ha sido valedora importante de la opción española. En declaraciones a este periódico en Londres, hace dos semanas, la baronesa se mostró felicísima por un principio de acuerdo con España y declaró que, en el curso de los próximos años, "seguiremos las negociaciones para que sea una instalación definitiva [en España]".

Abogado también de la causa española ha sido Luis Gómez Acebo, duque de Badajoz, cuñado del Rey, amigo personal del barón y que al parecer tuvo la primera idea de la instalación en España.