EE UU y la URSS intentan que la crisis nicaraguense no impida la firma de un nuevo acuerdo de desarme

El ministro de Exteriores de la URSS, Uvard Shevardnadze, expresó la "preocupación soviética por la grave situación en Centroamérica" nada más llegar a Washington, donde hoy y mañana se entrevistará con el secretario de Estado, George Shultz, para despejar el camino hacia la cumbre de finales de mayo, en Moscú, entre Ronald Reagan y Mijail Gorbachov. Pero ninguno de los dos Gobiernos va a permitir que el conflicto regional nicaragüense malogre la firma de un tratado de reducción de armas nucleares.

Los problemas de verificación de un acuerdo de este tipo, la búsqueda de una fórmula para aparcar el contencioso de la guerra de las galaxias, y la salida de las tropas soviéticas de Afganistán, son los platos fuertes de las conversaciones del ministro de exteriores soviético y su colega norteamericano.

Shultz había preparado ayer una barbacoa en su jardín de las afueras de Washington para Shevardnadze, si la ligera nevada con que se inició la primavera lo permitía, como prólogo de sus encuentros más formales de hoy. Al optimismo de Moscú en que es posible llegar a un acuerdo START antes de la cumbre el secretario de Estado respondió ayer diciendo que "sí es posible, pero será un trabajo muy duro". 1

Ronald Reagan, que ve en su viaje a Moscú -previsto oficiosaniente para el 21 de mayo- la culminación de su residencia, declaró recientemente que ve muy difícil que aya tiempo para formalizar un acuerdo para ser firmado en la capital soviética.

"Este tratado está resultando mucho más complicado que 1 INF" (de eliminación de euromisiles), explicó ayer el presiente en una entrevista con el International Herald Tribune. Pero Reagan, que no quiere abandonar la Casa Blanca sin pactar una reducción significativa de los misiles de largo alcance, los más destabilizadores, afirma que está dispuesto a volver a reunirse con Gorbachov antes de fin de año, por segunda vez, si las negociaciones START no pueden ser concluidas en la cumbre de Moscú.

Las fechas del cuarto encuentro entre los dos líderes puede ser fijada al término de las conversaciones de Washington, afirmó Shevardnazde a su Regada. La atmósfera de la reunión es buena pero subsisten diferencias en el tema central: las armas estratégicas, y en los regionales: Afganistán, Centroamérica, Oriente Medio y el Golfo Pérsico.

Los conflictos periféricos serán discutidos mañana y Estados Unidos volverá a pedir a Moscú que deje de armar a los sandinistas. Shevardnadze le recordará a su colega que Mijail Gorbachov, al término de la cumbre de diciembre en Washington, ya le ofreció a Reagan detener la ayuda militar a Nicaragua si Estados Unidos cesa su apoyo a la contra. La fiebre de los últimos días por el envío de 3.200 tropas de combate estadounidenses a Honduras ha cedido.

La anunciada retirada soviética de Afganistán y la exigencia norteamericana de que Moscú cese su ayuda militar a Kabul para que Washington suspenda su ayuda los rebeldes, es el problema más acuciante que deberán intentar resolver Shultz y Shevardnazde.