La policía francesa desmantela Iparretarrak

Philippe Bidart, dirigente del grupo terrorista vasco francés Iparretarrak; su lugarteniente, Joseph Etcheveste, y otros tres terroristas fueron detenidos ayer de madrugada en Boucau, localidad de las afueras de Bayona, por fuerzas especiales del Grupo de Intervención de la! Gendarmería Nacional (GIGN) después de un breve tiroteo. Sólo una militante del grupo, la compañera de Bidart, Lucianne Fourcade, queda en libertad tras este golpe policial, que supone la desarticulación total del grupo terrorista. El presidente, François Mitterrand, y el ministro de Defensa, André Giraud, felicitaron a la Gendarmería Nacional por la acción, y el ministro de la Seguridad, Robert Pandraud, se trasladó a Bayona para felicitar a los policías que efectuaron la detención.

Las fuerzas de la GIGN habían detectado la presencia del último grupo activo de Iparretarrak en Boucau hace unos 15 días.La operación de asalto al apartamento donde estaban instalados, en el anexo de un hotel en la calle principal de la localidad, estaba prevista para las seis de la madrugada del sábado, pero los cinco terroristas (Philippe Bidart, Joseph Etcheveste, Pierre Aguerre, Philippe Lascaray y Jean-Paul Hiribaren) salieron súbitamente de su escondite a la una de la madrugada, momento en que la veintena de policías apostados en los alrededores intervinieron.

Los jóvenes fueron reducidos después de un tiroteo en el que dos de ellos fueron heridos: Joseph Etcheveste, en la espalda y en el vientre, y Pierre Aguerre, en el brazo. Etcheveste fue trasladado urgentemente a un hospital de Burdeos. Tres fueron detenidos pistola en mano, y uno llevaba chaleco antibalas.

Terrorista más buscado

Philippe Bidart era el terrorista más buscado de Francia, y se hallaba en fuga desde 1982. Había sido condenado a dos penas de cadena perpetua por robo a mano armada y por el asesinato en 1982 de dos policías de las Compañías Republicanas de Seguridad (CRS). Se le considera el autor de la muerte de dos gen darmes: uno, en 1983, en Léon, y otro en Biscarrosse (poblaciones en Las Landas), no lejos de la residencia de verano de François Mitterrand, el 27 de agosto de 1987, donde a la misma hora el presidente de la República se entrevistaba con Felipe González y renacía la posibilidad de una negociación con ETA.

Ambas muertes se produjeron con ocasión de sendos controles policiales, en los que Bidart consiguió abrirse paso a tiros. La policía le consideraba como un sujeto extremadamente peligroso y hábil, pues había conseguido escapar a la detención en varias ocasiones. En diciembre de 1986, Bidart consiguió sacar de la cárcel de Pau a sus compañeros Gabriel Mouesca y Marie-France Heguy, Maddi, después de secuestrar brevemente en su casa al director del establecimiento penitenciario y de disfrazarse de policía. En julio de 1987, Mouesca y otro militante fueron detenidos en Argelés-Gazost, en los Pirineos, donde estaban acampando junto con Bidart, pero éste escapó. Un mes antes, Madd¡ moría atropellada por un tren junto con un policía que acaba de detenerla en Biarritz.

Iparretarrak se hallaba ya tocada de muerte, pero Bidart hacía en pleno verano de 1987 un llamamiento al pueblo vasco a levantarse contra Francia.

La sección de investigación de la Gendarmería de los Pirineos Atlánticos hizo ayer un llamamiento, dirigido a Lucianne Fourcade, la última militante de Iparretarrak, para que se entregue. "No sufrirá ningún daño, pues sabemos que nunca ha tenido intención de matar", aseguró el jefe de la unidad, "no puede seguir fugándose ella sola".

Este es el segundo éxito del Gobierno francés en su política antiterrorista en el último año. En febrero de 1987 fue desarticulado el grupo de extrema izquierda Acción Directa.

Según fuentes próximas al Ministerio del Interior, la desarticulación de Iparretarrak no puede comprenderse fuera del contexto de acoso a sus hermanos españoles de ETA. Ésta e Iparretarrak compartían las mismas redes de solidaridad y de infraestructura en el País Vasco francés, por lo que el ataque policial a los apoyos de ETA en Francia se ha revelado como la entrada directa en la desarticulación del grupo francés.