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Kohl pide a Reagan que consiga un acuerdo sobre armas estratégicas, antes de dejar la Casa Blanca

Francisco G. Basterra

El canciller alemán occidental, Helmut Kohl, pidió ayer a Ronald Reagan que acelere el proceso de desarme con la URSS, antes de que abandone la Casa Blanca, con un nuevo acuerdo sobre armas estratégicas, y solicitó al Senado la rápida ratificación del tratado INF, sin enmiendas que obliguen a su renegociación. La visita de Helmut Kohl a Estados Unidos coincide con el viaje de George Shultz a Moscú para preparar una nueva reunión Reagan-Gorbachov, y tiene lugar sólo dos semanas antes de la cumbre de la Alianza Atlántica en Bruselas a la que asistirá el presidente norteamericano.

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El canciller de la República Federal de Alemania y el presidente norteamericano, que almorzaron ayer en la Casa Blanca, reafirmaron el frente unido aliado con vistas a la reunión de la Alianza Atlántica, que discutirá el futuro de la defensa europea en la etapa posterior al acuerdo de eliminación de euromisiles. Kohl trató de calmar los temores existentes en la Administración de Reagan ante lo que se percibe como un excesivo entusiasmo de su país por la distensión con la URSS de Gorbachov.El canciller aseguró al presidente que el deseo de Bonn de profundizar la distensión con el Este no se traduce en un peligro de que la RFA ponga en duda su firme anclaje en la OTAN. Helmut Kohl, cuyo país preside este semestre la Comunidad Europea, explicó también a Reagan sus esfuerzos por conectar con Francia en un intento de reforzar el pilar europeo de la Alianza Atlántica.

Retirada de Afganistán

George Shultz inició ayer un viaje a Moscú, donde se entrevistará con su homólogo Edvard Shevardnadze, y el lunes con Mijail Gorbachov, con el objetivo de preparar la cumbre de la primavera y concretar la oferta soviética de abandonar Afganistán. El secretario de Estado intentará reavivar las negociaciones de Ginebra sobre armas estratégicas, bastante empantanadas, para que Reagan y Gorbachov puedan firmar algo, aunque sea un acuerdo marco de principios, en su previsto encuentro moscovita. En Washington se habla de finales de mayo.

Shultz, que desde Moscú continuará viaje a Oriente Próximo, intentará obtener apoyo soviético para el intento norteamericano de forzar unas negociaciones entre árabes e israelíes para lograr la autonomía local para los territorios ocupados y, en una segunda fase, una negociación más amplia dirigida a resolver el problema de fondo de los palestinos.

Las diferencias existentes entre Washington y Bonn sobre la necesidad de modernizar los sistemas nucleares de alcance inferior a 500 kilómetros que quedan en Europa tras el INF han sido discutidas por el canciller con el secretario de Estado y con el presidente. Kohl ha prometido su apoyo a la estrategia global de la OTAN, que prevé la modernización de estos cohetes de más corto alcance en un período de cinco años.

El tema es muy delicado para la RFA, ya que estas armas se usarían únicamente en su territorio, que se convertiría en escenario de un intercambio nuclear. Kohl ha explicado a la Administración de Reagan que deben iniciarse negociaciones cuanto antes para, si no eliminar, al menos reducir estas armas nucleares de teatro. Esta cuestión divide a la Alianza Atlántica en contra del Gobierno democristiano alemán. La mayoría de los aliados y EE UU presionan por esta rápida modernización, para compensar el desequilibrio convencional frente al Pacto de Varsovia tras la eliminación de los misiles de alcance intermedio.

Kohl teme que una decisión de instalar nuevas armas atómicas en suelo alemán provocaría un peligroso resurgimiento del ahora dormido movimiento pacifista. La OTAN pone más énfasis en la reducción de fuerzas convencionales, mientras Bonn desearía que se tratara con más urgencia el problema de las cabezas nucleares de corto alcance.

El mensaje del canciller en esta visita a Washington es que la conclusión este año de un tratado START y un acuerdo sobre armas químicas reforzará la seguridad de la OTAN. Kohl expresó, en un almuerzo en el Senado, el apoyo sin reservas de su país al tratado INF. Su rápida ratificación, dijo, hará posible mantener el impulso hacia un desarme total. "He venido aquí sobre todo a dejar claro en el Senado que el acuerdo INF debe ser ratificado sin enmiendas que requieran una negociación que pudiera poner en peligro o incluso matar el tratado", declaró Kohl.

[Por otra parte, la primera ministra británica, Margaret Thatcher, ha vuelto a reiterar su criterio favorable a una Europa defendida con armas nucleares al manifestar que su ausencia no garantiza la paz y reduce la capacidad de disuadir a un agresor, informa Ricardo M. de Rituerto desde Londres. "Quiero una Europa sin guerra. No creo que una Europa desnuclearizada pudiera ser una Europa libre de la guerra", ha dicho Thatcher. "Las armas nucleares han mantenido la paz en Europa durante 40 años". La primera ministra hizo estas manifestaciones en una entrevista en televisión, en la que advirtió sobre las intenciones de los soviéticos. "Claro que Gorbachov quiere eliminar las armas nucleares de Europa occidental, y eso es porque sabe que si lo consigue, con la enorme superioridad que tiene en hombres, en carros de combate, en aviones, en todas las armas convencionales, con su colosal superioridad en armas químicas, nunca podremos disuadir a un agresor"].

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