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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Mujeres peligrosas

Como After hours, Blind date, Blue velvet o Atracción fatal, esta película de Jonathan Demme parte del principio que afirma que "ninguna mujer es la que aparenta ser". La máxima, misógina o no, y la utilización que se haga de ese supuesto carácter engañoso, están en el origen de varias de las más recientes comedias norteamericanas. Y si, en el caso de la cinta de Adrian Lyne, la ficción juega en el sentido de favorecer una visión del mundo que recomienda la fidelidad matrimonial a toda costa, y agita el espantajo del SIDA para disolver el atractivo de las aventuras sentimentales al margen de las legalizadas por los papeles, no puede decirse lo mismo de Blue velvet, que se plantea como un viaje a la cara oculta de la apacible América de las pequeñas ciudades, o de After hours, que hace lo propio con Nueva York, ni de Something wild, que tiene en común con todas ellas no sólo el papel de la mujer como elemento que permite acceder a otro orden de cosas, sino el hecho de que los protagonistas masculinos son variantes del yuppie.Something wild es una comedia con un arranque enloquecido, vertiginoso, absolutamente espléndido, gracias al cual una Melanie Griffith disfrazada de Louise Brooks en1a Lulú de Pabst, algo que en la hora actual equivale a dar la imagen de prostituta especializada en prácticas sadomasoquistas, se apodera del ordenado y, convencional Jeff Daniels. En cuestión de pocas horas, el prometedor vicepresidente de una compañía se convertirá en borracho, adúltero, ladrón y estafador, un crescendo delictivo al que Demme sabe darle su correlato narrativo. Luego, de pronto, una vez descubiertos los placeres del infierno, vuelta a la superficie: Lulú se transforma en una apacible Andrey que sueña con asistir a un baile de antiguos alumnos en su pueblo natal. La peluca morena desaparece y da paso a una rubia con vestidos de corte angelical. Pero esa buena chica, con madre encantadora, tiene un antiguo amor, el cadáver en el armario de los que viven en el lado bueno de la ley, y ese viejo amante se revela peligrosísimo. Y de nuevo la pesadilla arranca, sólo que ahora es de distinto signo para los protagonistas, que ya se habían vacunado contra el aburrimiento hogareño.

Algo salvaje

Director: Jonathan Demme. Intérpretes: Melanie Griffith, Jeff Daniels, Ray Liotta, Margaret Colin, Tracey Walter, Dana Preu. Guión: E. Max Frye. Productor J. Demme y Kenneth Utt. Música: David Byrne, Laurie Anderson y John Cale. Fotografía: Tak Fujimoto. Estadounidense, 1986. Salas de estreno en Madrid: Luchana 1, Rex, La Vaguada 2, Rosales (V. O.).

La película es irregular y tiene un marcado bache en su mitad, fruto de la dificultad de cambiar tanto de eje argumental como de protagonistas y de registro. La cinta sufre problemas de acomodación, vacila un poco, pero luego, en otra dirección y tono, recupera la grandeza perdida y la sostiene hasta el final.

Fragilidad de la imagen

Al margen de sus méritos como producto industrial y de entretenimiento, Something wild es un excelente trabajo sobre la fragilidad de la imagen de las personas y también sobre el que esas personas ya sólo sean imagen y lo que les sucede cuando lo descubren. Como el mejor cine norteamericano, Something wild concilia los intereses comerciales con los artísticos, resultando un producto estimable, pero eso no es nuevo -aunque ahora sea infrecuente-, mientras que sí es una novedad el miedo que manifiestan diversas películas ante las mujeres emprendedoras.

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