_
_
_
_

Casas de muñecas

Mil objetos descubren en Madrid, en la exposición 'Jugando, jugando', la influencia educativa y cultural de los juguetes

Andrés Fernández Rubio

La Barbie superstar de 1918 era una muñeca de cera y trapo, vestida de reina Elizabeth I de Inglaterra, con un traje típico de la corte que incluye una capa imitación armiño. Es una de las decenas que se muestran en la Casa de Vacas del Retiro madrileño dentro de la exposición Jugando, jugando. Una tercera parte de las 3.000 piezas que componen la colección de Monique Les Ventes permite descubrir, entre juguetes, libros infantiles y tebeos, el valor educativo y cultural de los objetos de juego a lo largo de la historia, en basca de esa "infancia ilustrada y niñez instruida" que ya proclamaba en 1790 uno de los manuales expuestos.

Monique Les Ventes, de 57 años, fue almacenando durante 50 años, junto a su marido, el pintor murciano ya fallecido Mariano Ballester, el contenido de esta colección insólita cuya muestra ha organizado la Comunidad de Madrid en la Casa de Vacas (las piezas más relacionadas con el juego), y en la de Montaña de los Gatos (objetos educativos).Los juguetes que más le gustan a su dueña tienen nombre Así, Babalú, tallado en una madera negra muy ligera, insinúa su procedencia africana. Una muñeca de la marca Jumeau, empresa que data del siglo XIX, se llama Magdalena y tiene competidoras ostentosas, como lleva el traje típico de una región de Normandía, o aquellas otras vestidas estilo Napoleón III, o la más antigua, de cartón paja y trapo, que data de 1865.

Todas viven en dos casas, uno de los atractivos de la muestra, de ocho habitaciones y dos plantas, y diez habitaciones y tres plantas, respectivamente. Ambas, del siglo XIX, representan hogares del levante español con lujoso mobiliario. Costaron entre las dos 15.000 pesetas.

Lección preliminar

Soldados de plomo, trenes, coches, aviones, objetos de playa y otros accesorios se ven en la Casa de Vacas, mientras en la de Montaña de los Gatos el recorrido es didáctico, y se presentan libros escolares, muchos del siglo pasado, y juegos relacionados con la vida cotidiana, la educación y el folklore.Algunos libros, como un Catecismo Histórico de 1800, ofrecen ya, en su lección preliminar y para mayor pasmo de científicos y filósofos, esas claves que éstos han estado buscando durante siglos: "Pregunta: ¿Qué cosa es el tiempo? Respuesta: La duración del mundo desde su principio hasta su fin. P: ¿Cuánto ha que principió el mundo? R: Cerca de seis mil años. P: ¿Cuándo se acabará? R: Sólo Dios lo sabe".

La palabra dictador definía, en 1853, a un humilde profesor de instrucción primaria de Calaceite, don Romualdo Álvarez y Magallón, autor del libro El instructor dictador o ejercicios al dictado en la enseñanza de la escritura. Un hombre con una bombilla ilumina una veloz locomotora. En el industrioso maquinismo de 1906, el libro editado en Burgos La educación por la vista parece recuperar, en su portada, la máxima cervantina: "para aprender, viajar o leer", actividades ambas para las que los ojos bien abiertos son instrumento de gran importancia.

"Posiblemente no sea la mejor colección de España en piezas caras, pero sí creo que es la más completa desde el punto de vista educativo y cultural", dice Monique Les Ventes.

En la Casa de las Vacas se muestran objetos relacionados con el crecimiento del niño, y hay espacios didácticos como el que enseña cómo funcionan los juguetes por dentro: dos ojos inquietantes, engarzados a un mecanismo con péndulo, enseñan que una muñeca es un robot inofensivo aunque pueda seguir a alguien con la mirada.

Otro apartado muestra juguetes de culturas no europeas, y del periodo ibérico y romano hay una bola de barro cocido, una cabeza de toro y otra de carnero. La mayoría de estos objetos, del siglo XIX y principios del XX, dan una idea de la evolución de los modelos culturales impuestos a los niños o asimilados por ellos a través del juego. Carlos Orozco, que ha organizado la muestra, dice que viéndola los pequeños aprenderán algo sobre la historia de los juegos, y los mayores evocarán además su pasado.

En dos carpas instaladas junto a la Casa de las Vacas se han preparado talleres para que los visitantes construyan sus propios juguetes. En la primera semana de la muestra, que se abrió el día 1 de febrero y que continuará hasta marzo, hubo más de 10.000 visitantes. Monique Les Ventes explica lo que es un juguete: "Cualquier objeto que mediante la imaginación del niño alcanzará su mejor finalidad".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_