"Salimos de la reunión con mejores condiciones para el futuro que cuando entramos" dijo González

"Tengo la impresión de que entramos a esta reunión en unas condiciones y de_que salimos en otras condiciones bastante mejores para el futuro". Esta fue la valoración global que Felipe González hizo de los resultados del Consejo Europeo extraordinario celebrado en Bruselas durante dos agotadoras sesiones, que culminaron pasada la una de esta madrugada.

Mostrándose cansado, pero visiblemente satisfecho, y advirtiendo que harán falta todavía algunos días para hacer el cálculo definitivo de lo que los acuerdos alcanzados anoche por los jefes de Gobierno europeo supondrán para España en el próximo cuatrienio, el presidente del Gobierno español consideró, en conjunto, positivo para nuestro país el paquete de medidas alcanzado."Desde un punto de vista comunitario diré, con prudencia, que se ha salvado un escollo político de extraordinaria importancia: hubiera tenido consecuencias imprevisibles no haber llegado a un acuerdo", dijo González.

Desde el punto de vista de los intereses españoles, y aún advirtiendo que todavía no existe una valoración definitiva, por falta material de tiempo, para hacer balance de pros y contras, Felipe González enumeró como un paso alentador el que los fondos estructurales vayan a "más que duplicarse" para España entre 1988 y 1992.

Pretensiones españolas

Aunque las pretensiones españolas en este capítulo no se hayan visto totalmente satisfechas, desde el ángulo de los intereses del conjunto de la Comunidad, un miembro de la delegación española admitió que el resultado obtenido en este terreno -"que era vital para España, y así lo dijimos desde el primer momento", recordó- fue "mucho mejor de lo que cabía esperar".

Ya en este mismo año, el beneficio para nuestro país se estima en torno a los 324 millones de ECU, (45.360 millones de pesetas) cuando, inicialmente, los países ricos de la CE no pensaban aplicar ningún aumento en el capítulo de los fondos estructurales, dedicados a la ayuda de los países más desfavorecidos

Las soluciones -todavía provisionales hasta que se reúnan los ministros de Asuntos Exteriores comunitarios el próximo lunes- en el capítulo agrícola también parecen ser altamente satisfactorias para España, aunque el presidente del Gobierno no entró a especificar más en este terreno. González tan solo dijo que las implicaciones en la creciente participación española en la Política Agraria Común "pueden constituir el principal capítulo para nuestro país en los próximos años".

Aporte al 'cheque inglés'

Tampoco cabe desconocer los beneficios que tendrá para España la regulación, dada a la financiación de los stocks agrícolas, que supondrá para nuestro país una reducción cercana al 30%. Igualmente la participación española en la financiación del cheque inglés se reducirá este año en aproximadamente un 50%, lo que podría suponer un ahorro de unos 150 millones de ECU. La reducción en la participación del cheque inglés el año próximo será del 40% y en 1990 del 25%.

González se mostró reticente a hacer una valoración política de la cláusula de suspensión de alguna manera forzada a última hora de la noche por Francia, al intentar abrir algunos capítulos del paquete agrícola. Sin embargo, el presidente del Gobierno español sugirió que esta decision francesa de última hora, que retrasé notablemente los resultados de la cumbre, debe ser interpretada "en clave de política coyuntural", refiriéndose a la necesidad tanto del centrista primer ministro Jacques Chirac como del presidente socialista François Mitterrand dé salvar la cara ante su electorado cuando ya los comicios se acercan.

Presión psicológica

El presidente del Gobierno español había expresado previamente ante sus colegas comunitarios su preocupación ante el peligro de que el aumento del gasto agrícola fuera compensado mediante la reducción de otros capítulos, como los fondos estructurales.

En un encuentro mantenido en la madrugada de ayer con los periodistas españoles, Felipe González admitió que existía en la cumbre una "presión psicológica" para llegar a un acuerdo, y dio a entender que España podría flexibilizar sus posturas a cambio de "un paquete global beneficioso".

"Nosotros hemos utilizado desde el principio argumentos comunitarios, y nunca hemos pretendido que la excepción beneficiosa sea para nosotros", dijo González, que reconoció que España no desea quedarse sola ante los otros 11 miembros de la CE pero tampoco "busca complicidades".