Marín propone a la CE una drástica reducción del alquitrán en los cigarrillos
El vicepresidente español de la Comisión Europea Manuel Marín, presentó ayer una proposición a reducir drásticamente el contenido de alquitrán en los pitillos comercializados en la Comunidad, así como imprimir la misma advertencia sobre la peligrosidad del tabaco en todos los paquetes de cigarrillos vendidos en los doce. El tabaco, recordó Marín en una conferencia de prensa, es uno de los mayores causantes de las afecciones cardiovasculares y la principal causa de mortalidad por cáncer.
I.C. El proyecto de Marín, que deberá ser sometido a la aprobación del Consejo de Ministros de la CE y al Parlamento Europeo, prevé prohibir a partir de 1993 la venta de cigarrillos cuyo contenido de alquitrán rebase los 15 miligramos, tal y como recomiendan los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).En una segunda etapa, que entraría en vigor a finales de 1995, el valor máximo autorizado sería reducido a 12 miligramos, una adaptación que, en opinión del comisario español, "no debería crear problemas a la industria del tabaco", aunque sí a los productores, a los que será necesario estimular económicamente, sobre todo en el sur de Europa, para que cultiven tabacos más ligeros.
El cultivo del tabaco es, paradójicamente, uno de los más subvencionados en el marco de la Política Agrícola Común (PAC) desarrollada por la CE, como reconoció el propio vicepresidente del órgano ejecutivo comunitario.
Algunos Estados miembros de la CE, como España, han prohibido ya la comercialización de pitillos cuyo contenido de alquitrán supere los 24 gramos.
El contenido de alquitrán de los pitillos de Marlboro normales varía, por ejemplo, desde los 16,3 miligramos de Italia hasta los 13 de Alemania Occidental, pasando por los 15,8 de Holanda y Bélgica, y, dentro de los cigarrillos franceses de marca Galoises, también oscila desde los 22,8 miligramos para los normales hasta los 5,9 de los extraligeros.
Inspirada en el modelo irlandés de etiquetado de los paquetes, la segunda propuesta de Marín consiste en imprimir en el envoltorio, en lugar muy visible y con grandes letras, la misma advertencia -"perjudica seriamente a la salud"-, acompañada de la indicación exacta del contenido en alquitrán y nicotina. Además de esa frase, deberá también figurar en el paquete una segunda advertencia, que cada Gobierno de los doce podrá elegir libremente en una lista en la que deberán, sin embargo, estar incluidos los siguientes mensajes: "Fumar provoca cáncer" y "Fumar provoca enfermedades cardiovasculares".
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