La fiscalia de Barcelona investiga las transfusiones de sangre con SIDA

La Fiscalía de la Audiencia de Barcelona ha iniciado una investigación sobre la posibilidad de que pudieran existir responsabilidades penales en las transfusiones de sangre contaminada de SIDA practicadas con anterioridad a la entrada en vigor de la ley que declaraba obligatorio el control de las donaciones.La investigación ha sido abierta a raíz de la denuncia de una paciente de la residencia sanitaria del Valle de Hebrón, a quien en mayo de 1986 se le practicó una transfusión de sangre que contenía el virus del SIDA. La obligatoriedad de controlar las donaciones entró en vigor el 11 de noviembre de 1986. Otros 15 enfermos recibieron sangre contaminada antes de esa fecha.

La enferma planteó su denuncia ante el fiscal de la Audiencia, José María Mena, quien en marzo del año pasado fue nombrado fiscal especial para investigar las transfusiones de sangre contaminada a cuatro enfermos de la residencia de Bellvitge, en este caso realizadas con posterioridad a que entrara en vigor la ley, Mena manifestó a EL PAÍS que ha abierto un expediente sobre este caso, pendiente en estos momentos de confirmar "la certeza de los hechos denunciados y las consecuencias que pudieran derivarse". Para ello ha encarga do un dictamen a la cátedra de Medicina Legal de la Universidad Autónoma de Barcelona.

La denunciante argumenta que, aunque entonces no era todavía obligatorio controlar la donaciones, existían ya procedimientos asequibles para hacerlo En esa fecha, los laboratorios farmacéuticos que comercializan derivados sanguíneos ya estaban obligados a efectuar la prueba. Por otra parte, muchos bancos de sangre comenzaron a realizar el control antes de que se dictase su obligatoriedad, asumiendo de este modo directamente la responsabilidad. De prosperar esta denuncia, la responsabilidad penal podría extenderse a todos los enfermos que hubieran contraído el SIDA por transfusión o a través de un derivado sanguíneo. Este es el caso de los hemofílicos afectados. Tanto en la República Federal de Alemania como en Estados Unidos, se han planteado numerosos pleitos judiciales contra las empresas farmacéuticas que han comercializado derivados sanguíneos con anticuerpos del SIDA.