Pintar en el Estrecho
En los últimos años, Guillermo Pérez Villalta vive y trabaja durante bastantes meses al año en su Tarifa natal, alejado del contexto madrileño. Como paisaje y contexto simbólico, la geografía del Estrecho ha constituido tradicionalmente un elemento esencial dentro de su universo pictórico.Ese enfrentamiento a la Tarifa real, donde antes no pintaba sino ocasionalmente, ha tenido, a su juicio, elementos positivos y negativos.
"Me han cedido un estudio fantástico y, sobre todo -alejado de los condicionantes del contexto madrileño-, el tiempo se ajusta más a mis necesidades. Pero Tarifa me produce también un estado de neurosis muy extraño que resulta ambivalente. Es un estado muy imaginativo que me lleva a una inmersión más intensa en el trabajo; la pintura se vuelve el centro de mi vida. Eso provoca más tensión y sufrimiento, y es difícil mantener un distanciamiento. De hecho, el resultado sólo me parece satisfactorio cuando lo veo a la vuelta, ya en Madrid".
Babelia
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