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Ana María Dalí dona a la casa de Lorca las cartas que le dirigió el poeta

Ana María Dalí ha donado a la casa natal de Federico García Lorca, en Fuente Vaqueros (Granada), las cartas, postales y fotografías remitidas a ella por el poeta desde 1925 hasta mediados de 1928. Sólo dos cartas de la correspondencia entre la hermana del pintor y Lorca, referidas a un oso de peluche con el que el poeta jugó durante su estancia en Cadaqués, quedarán en Cataluña, en el Museo del Juguete de Figueres. Ana María Dalí expresó su voluntad de que las cartas regresaran a Granada, desde donde fueron enviadas.

El legado está compuesto por cuatro cartas, calificadas como "excepcionales" por el director de la casa natal de Lorca, Juan de Loxa; el manuscrito del único cuento escrito por Lorca; una postal con una vista del Generalife y otra con un dibujo de Dalí, y varias fotografías originales. Los documentos serán exhibidos en Fuente Vaqueros en la primavera próxima. Las cartas fueron donadas durante el pasado verano -por mediación de la escritora Antonina Rodrigo-, cuando Ana María Dalí, de 80 años, convalecía de una grave enfermedad. Las negociaciones han durado un año y algunas instituciones catalanas pretendieron hacerse con los documentos.Las cartas no están fechadas y la época en que fueron escritas sólo puede deducirse por referencias y detalles entresacados de los textos. En ellas abundan los recuerdos a la estancia de Lorca en Cadaqués y aparecen algunos catalanismos. Dos de las cartas ocupan cuatro carillas, y el resto, dos. Una de ellas está encabezada por un dibujo con la denominación de "Vatis capiliferus. Putrefacto artístico". En ellas Lorca confiesa haber representado "durante varios días un magnífico ataque de fiebre, y lo he tenido que atender como realmente se merece".

"Quiero marcharme de aquí"

En esta misiva el poeta confiesa: "Yo estoy un poco fastidiado en Granada. Quiero marcharme de aquí. Alguna vez, y quizá sea pronto, tendré el gusto de saludarte. Hasta entonces, recibe la millor amistad de Federico". Lorca, tras el enfriamiento de las relaciones con Salvador Dalí, emprendería pocos años después su viaje a Nueva York.Otra de las cartas contiene un amplio recuerdo para Lydia de Cadaqués, el famoso personaje al que Eugenio d'Ors dedicara una novela. "La locura de Don Quijote es una locura seca, visionaria, de altiplanicie, una locura abstracta, sin imágenes... La locura de Lydia es una locura húmeda, suave, llena de gaviotas y langostas, una locura plástica". La carta termina: "... Y sabes que no te olvida tu amigo Federico. Y amigo de Cataluña entera, ¡eso siempre!".La donación se completa con varias fotografías, entre ellas una muy conocida donde aparece Lorca en la plaza de Urquinaona y que está ilustrada por el propio poeta con dibujos y palabras. La cesión se ha hecho mediante un documento firmado el 22 de septiembre pasado y se ratificará con otro extendido por la propia casa-museo.

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