El Gobierno combatirá el peligro de recesión bajando los tipos de interés, según Solchaga

El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, dijo ayer ante el Pleno del Senado, al presentar los Presupuestos del Estado de 1988, que el Gobierno "combatirá las tendencias recesivas que pudieran propagarse desde la economía internacional" con el aumento de gastos y la reducción de impuestos, como se prevé en el proyecto, y con una política monetaria dirigida a bajar los tipos de interés.

Seis grupos de la oposición defendieron vetos para que el texto fuera devuelto al Gobierno; en líneas generales, añadieron a los argumentos ya escuchados en el Congreso de los Diputados que la ley será inadecuada para afrontar la situación surgida tras la caída de las bolsas. La mayoría socialista los rechazó y no aprobó ninguna enmienda ajena.Solchaga hizo un discurso menos despreocupado que en las Últimas semanas por las perspectivas económicas de 1988. Advirtió que la falta de coordinación internacional de las políticas económicas podría impedir que la "inexorable desaceleración de la economía norteamericana sea compensada por los países europeos y asiáticos. "Esto obliga al Gobierno", dijo, "a permanecer alerta, pero seguro de mantener los objetivos macroeconómicos para 1988": 3,8% de aumento real de la actividad, desaceleración de los precios desde el 5% al 1%, e incrementos del 9% en la inversión y del 3,6% en el consumo, menores que en 1987, aunque factibles por las políticas de gasto y fiscal recogidas en el proyecto.

Según el ministro, las reducciones del IRPF compensarán la tendencia a debilitarse el consumo privado. Además, el que la inversión pública vaya a crecer cas¡ el doble que el conjunto de los gastos presupuestados (14,16 billones de pesetas entre Estado, sus organismos y la Seguridad Social, un 11,3% más que en 1987) servirá para neutralizar los efectos recesivos, mejorar las infraestructuras con el fin de modernizarlas y hacer más rentable la inversión privada, ganar competitividad y reforzar las prioridades de los presupuestos: educación, sanidad, justicia y promoción de las exportaciones. "Así, poco a poco podemos hacer lo anunciado hace tiempo", precisó Solchaga.

La caída de la bolsa

No modificó los discursos de la oposición el anuncio de que esta política presentada como "ligeramente expansiva del gasto" será reforzada por la flexibilidad en el control de la cantidad de dinero para que la abundancia de éste permita reducir los tipos de interés en las próximas semanas y meses. Los defensores de vetos coincidieron en considerar inadecuados estos presupuestos para afrontar el impacto de las caídas bursátiles, e insistieron en argumentos ya escuchados en el Congreso: falta de concertación social, escasa redistribución de la renta en un momento en que lo permite la mejor coyuntura derivada de la economía internacional, ausencia de mecanismos de control del gasto público, etc.La mayoría socialista primero rechazó los vetos presentados por seis grupos: Coalición Popular, Convergència i Unió, CDS, PDP, Partido Liberal y Eusko Alkartasuna, todos, excepto PNV, Izquierda Unida y partidos regionalistas. Luego se limitó a mantener las enmiendas propias a los primeros capítulos del Presupuesto. Entre éstas destaca el incremento del 4%. en las retribuciones de los funcionarios y altos cargos, así como la dotación de 13.000 millones de pesetas adicionales para revalorizar las pensiones de la Seguridad Social de cuantía igual o inferior al salario mínimo interprofesional.

El senador comunista Antonio Romero, a quien el presidente del Senado le negó la palabra, manifestó su protesta y solicitó que la Mesa y la Junta de Portavoces adopten las medidas que estimen oportunas.